Piscina

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Llegamos a la habitación del hotel que nos habían dado y lo primero que hice fue saltar a la cama gigante que había en el cuarto, cabe de más decir que tenía un inmenso ventanal con vista a la piscina del hotel.

-Pareces niña chiquita, siempre que vamos a algún hotel es lo primero que haces.

-Te pierdes de las pequeñas cosas hermosas de la vida, amargada.

-Deberías acomodar tus cosas y sacar la ropa que te colocarás hoy para la fiesta.

-Aún no puedo creer que vengamos a una supuesta excursión escolar y lo primero que está en el cronograma sea ir a un bar, empezando que hay muchos que no son mayores de edad aún.

-A los niños de papi no les importaría comprar el local solo para hacer una maldita fiesta y tener un motivo de emborracharse y tirarse a cuánto palillo con tetas vean.

-Te recuerdo que también somos hijas de papi.

-Cállate, no vuelvas a repetírmelo.

Me reí por su actitud y abrí el gran ventanal que tenía una vista increíble, vi a un chico que estaba de espaldas a mí y debía darle un 10/10 a ese trasero y justo cuando el chico se fue a voltear la inoportuna de mi mejor amiga me llamó, me di la vuelta y entré al cuarto.

Mi chico de ojos grises ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora