Mi chico de ojos grises ©

Queso

-Hola- el desconocido de ojos grises me dio una linda sonrisa y se alejó de mí.

Nooooo, no te alejes amor mío, ya me obsesioné con este chico.

-Mm hola- dije algo nerviosa.

Bueno, por lo menos aún no lo había golpeado, vomitado o dicho alguna estupidez, vas bien Nat, sigue por ese camino.

-Creo que te debo una disculpa.

-Por supuesto- no tengo idea de por qué dije eso, la que le debía una disculpa era yo por todos las tonterías que había hecho, pero estaba tan concentrada en sus ojos que me había desconcentrado por un momento- digo no, ósea en parte sí pero no, yo también, no digo que yo sino que ahhhh joder, si prosigue- dije mientras rodaba los ojos y me daba un face palm mental.

El chico solo soltó una carcajada y me miró como si fuera una criatura en vía de extinción.

-Ok? Lo que quería decir es que siento que te debo una disculpa por lo del día del aeropuerto, ese día mi mamá tuvo un accidente y por eso desaparecí de esa manera y lamento haberte regado esa bebida, creo que alguien me desconcentró con su belleza y terminé haciendo una tontería.

Me quedé mirándolo fijamente ¿acaso este hombre podía ser más perfecto? Ya pídeme matrimonio chico.

-¿Qué?- me miró curioso.

-So- era una costumbre que tenía, no importaba si el mismísimo adonis estaba al frente mío mi deber era responder eso.