Prólogo

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Era de noche.

Y en el porche de una casa de campo, estilo tradicional, se encontraban una pequeña niña y su abuelo.

La niña no podía dormir así que su abuelo la invito a sentarse junto a el para admirar la brillante luna llena que se podía presenciar ese día.

"Como no puedes dormir, te contare una historia que solía contarme mi madre"

La niña asintió, interesada, y lo miro con atención. El anciano empezó a relatar la historia, tal y como su madre se la contaba, mientras veía la luna brillar.

Esta es la historia de un conejo de pelaje amarillo y reflejos rojos, y sus amigos, eran un mono de un pelaje negro con reflejos burdeos, una zorra de pelaje negro con reflejos azules y una nutria de pelaje amarillo y reflejos naranjas.

Este grupo de amigos decidieron vivir a las afueras de una aldea, la cual por desgracia, era atacada por espíritus malignos en horas de la noche.

Un día el conejo propuso a sus amigos que los días de Luna llena ellos podrían ayudar a los humanos de la aldea a eliminar los espíritus malignos que aparecían por la noche.

El primer día de Luna llena, el mono eliminó 10, la zorra 11, y la nutria 5.

El conejo, por otra parte, eliminó a mas de 20.

Una noche, uno de los grandes espíritus malignos, apareció frente a ellos y le dijo al conejo:

"Como eres el mas fuerte vendrás conmigo y te convertirás en sacrificio, solo si tu propósito es que dejemos de atacar a los humanos de esa aldea."

El conejo, se dio cuenta del gran problema en el que se había metido, pero para él lo mas importante era cumplir con su deber, y decidió que ofrecería su vida como ofrenda de paz.

El espíritu maligno acabo con la vida del conejo sin que sus amigos pudieran detenerlo.

Cuando ya no quedo rastro de vida en él pobre conejo, el espíritu maligno se esfumo.

Los amigos del conejo lloraban y se quejaban de lo injusto que era aquello y cuando el llanto del mono se hizo mas fuerte, fue cuando escucharon una voz provenir del cielo.

Era el Rey del cielo que decía:

"No derramen mas sus lágrimas, su amigo tubo una buena voluntad y fue sincero cumpliendo su promesa de proteger a los humanos aun a costa de su vida".

El rey como recompensa decidió dibujar al conejo en la luna, este era gigante para que así sus amigos pudieran verlo todas las noches de luna llena.

La historia finalizo y el anciano, que aun permanecía mirando la luna, guió su vista a la pequeña a su lado.

La pequeña niña se encontraba profundamente dormida, el anciano sonrió para luego tomarla en brazos y llevarla a su cama.

Mientras tanto, la mente de la chiquilla formulaba una frase en su subconsciente.

"Seré la princesa de la luna y le ordenare al conejo volver a la tierra"

Ágape HIATUSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora