capítulo 7.

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Nara Angelique.

Desde que se fue mi pesadilla me quedé sola, bueno eso es obvio, tal vez debería llamar a Nath y pasar la tarde juntas y que me cuente todo, aunque se supone que estoy molesta con ella, según yo, pero bueno... llame a Nath y me respondió otra chica después del tercer tono.

- Hola Nath- Dije.

- Emmm Hola, Nath no te puede responder, pero le puedo decir algo, si quieres-. Respondió la chica del otro lado de la línea... esa voz, nose pero se me hace conocida...

- No nada gracias- respondí.
Luego de eso la chica colgó de inmediato.

Al parecer este día estoy destinada a pasarla sola, ni manera de llamar a Sebas ya que seguro Alan está con él... Alan... Y Nath parece estar ocupada.

Me bañe, y dormí un rato... después de eso iría a la empresa de mi padre, ahora que mi padre no está,mi madre se hace cargo de está, aparte de las otras, creo debe ser demasiado cansado para ella, creo que tal vez para no aburrirme tanto debería empezar a interesarme los asuntos empresariales, acabe la prepa como todo una chica normal,pero debo ir a la Universidad, o quizá la haga en línea, aunque aún no tengo claro lo que quiero estudiar me debato entre Psicología aunque yo estoy más mal que cualquier otra persona así que descartado, y ser una doctora así quizá... Y lo de las empresas me interesa ya que mi padre me enseñó todo, bueno casi todo lo que el sabía...


Ya estaba saliendo de mi casa, justo en la acera, pero ¿Y mi auto? Estaba en la casa de Nath. Necesitaba empezar a hacer algo para distraerme, no quería terminar siendo una mantenida que no hace nada, así que continúe caminando al llegar a una tienda me dispuse a comprar un agua, pero ir a la caja a pagar... vaya sorpresa estaba... Alan sus ojos se encontraron con los míos, juro que nuestras miradas se conectaron por unos segundos, antes de que el bajará la mirada...

- Su cambio señorita - me sacó de mis pensamientos. ¡la cajera que interrumpió mis pensamiento!.

- Ah, ah, si gracias- Dije después de eso salí de ese lugar con una botella de agua que había comprado... Alan estaba allí...

Continúe mi trayecto, hasta que oí a alguien casi gritar mi nombre... Y si era Alan, y quería arreglar las cosas... Y si las palabras de Sebastián eran verdaderas y Alan aún me ama...
¡Pero no!

-Hey Angy, ¿A dónde vas? - La voz de Sebastián choco contra mi espalda, lo que me hizo girar.

-A la empresa -

-¡Oh!- puso cara de inmediata alegría.

- Lo sé, es increíble, pero ya vez.-

-Vamos, te llevo.-

- Emmm.... Estaría bien- ¡No! Claro que no... Alan viene con él...

Se escucha el pitido de un auto.

-Vamos, Alan está desesperado.- Ríe y yo hago lo mismo..

Entramos al auto, yo porsupuesto me fui atrás, y Alan iba en el asiento de copiloto y obvio Sebas al volante. El silencio era inmenso...

- ¿A dónde ibas inicialmente Sebas?- pregunté, no creo que sea adecuado preguntar en plural.

- Pues yo, sólo salía a distraerme, bueno no, Alan y yo, nose tal vez entremos a trabajar a la empresa de tus padres, ya sabes nuestros padres tienen pequeñas acciones en esa empresa y sería un buen inicio para nuestro recorrido empresarial levantar por completo está.-

Odio amarte. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora