Odio amarte.

capítulo 8

- A-Alan - Dije y levanté la mirada. Pero...

-¿Qué haces tu aquí?- Dije y me quite de su abrazo, coloque la foto en su lugar.

- ¿Alan?- Me respondió con otra pregunta. Odio eso.

-¿Qué, qué haces aquí? - Replique.

- Tu madre me mando por ti.-

- Ya veo.-

- ¿Nos vamos?-

- No, prefiero irme sola, es decir vine sola y quiero irme sola.- la verdad no quería que Alan me viera con este estúpido.

- No, eso si que no, vine por ti, y te llevo conmigo.-

-Callate.- Dije. Intente salir pero me tomo del brazo.
- Deja de tomarme del brazo,¿Quieres?- cuando dije esto hice cara de dolor, aunque su agarré ahora era suave.

De pronto la puerta se abrió y aparecieron dos siluetas muy bien formadas, Alan y Sebastián.

- Angy amorcito. - Grito la escandalosa voz de Sebastián. Me quedé atenta mirando cuando Alan le pego en el estómago... ¿Celos?

- Alan, si te dan Celos, dímelo porque te amo.- Suerte que no dije esto en voz alta, sólo en mi mente..

-¡Oh!- Dijo Alan dirigiendo su mirada a mi cintura, provocando que también yo hiciera lo mismo. ¡En que jodido momento sus manos abrazaron mi cintura! Estoy tan concentrada en Alan que no me di cuenta.

- Angy, tu madre me hablo quería que fueras a su casa, es decir tu casa.- Hablo Sebastián intentando suavizar el momento, mientras yo me safaba de aquel agarré en mi cintura.

- ¿También irás?- Pregunté.

- De echo, iremos toda mi familia, incluso la de Alan.- Y señaló a este último.

- Así es Angy, también estoy invitado.- Informó Alan. El estará ahí, que emoción, Alan... lo veré está noche.

- Será como las antiguas tardes.- Agregó Sebas.

- Ya estamos tu y yo- Dijo Alan señalandome a mi y a el. - sólo falta Nath.- Agregó.

Alan y yo reímos, pero una mano se apoderó en mi muñeca, que después se también agarro la otra, me tenía sujetada de ambas manos, no quería que se viera como si su agarré fuera a la fuerza así que no me queje. Luego sus manos junto con las mías cruzaron por mí abdomen haciendo que pareciera un abrazo.

- Mi amor, despidete de tus amigos, recuerda que tenemos que ir a cenar con tu madre y mi padre.- ¿Por qué me dice amor? Lo único que ganó fue una mirada de Sebastián de confusión y por otra parte la de Alan que tenía rabia en la mirada al ver sus manos en mi cintura.

- A-Alan espero que no faltes- Solté cuando Jhon empezó a jalarme con de una mano hacia afuera.

- ¿Y yo?- Ese fue Sebas.

- Tu tampoco.-

-Tan aseguro que no Angy.- Respondió al fin Alan.

Estábamos a punto de cruzar la puerta cuando Jhon se detiene y gira mirando a Sebas y a Alan de frente da dos pasos acercándose. Por supuesto yo también ya que me tenía tomada por la muñeca.

- Por cierto, No se como te llames- Dijo mirando fijamente a los ojos a Sebas.

- Sebastián Mccrory - Informó Sebas.

- Me vale mierda como te llames, no vuelvas a decirle amorcito a mi mujer, ¿Por qué sabes que es mía no?- La forma en que Jhon dijo eso fue tan lin... tan patético. No soy suya.

Sebastián sólo alzó una ceja y se formó una sonrisa de un lado en sus labios.

- Si tuya, claro.- Respondió con sarcasmo en la voz. Sabía que si no nos íbamos esto acabaría mal.

- Vámonos Jhon.- Dije e intente jalarlo hacia afuera.

- Una última cosa, no te metas con lo mío.-

- Si claro. - respondió.

Por fin, Jhon se quedó callado y fuimos fuera de allí.

Al llegar a estacionamiento me soltó.

- Sube- Ordenó.

- No quiero.-

-¿Por qué eres así? ¿Siempre me vas a contra decir?-

- Tal vez.-

- Sube al auto de una Puta vez Angelique Russell.- Grito. Que feo sono, no me quedo más opción que hacer lo que el dijo.
El también subió al auto y mantenía las manos aferradas al volante.

Empecé a mirar por la ventanilla; en mi mente se formulaban preguntas algo tontas. ¿Qué pasaría si yo le hubiera echo esa patética escena de Celos con aquella chica? ¿Alan va a pensar que estoy felizmente casada?. Que patético es esto.

-¿En qué piensas?-

- En nada - Respondí Cortante.

- Podrías disimular.- Sono más a pregunta que a sugerencia.

- ¿Disimular qué?-

- Que te gusta.-

-¿Quién?-

- No te hagas estúpida, Alan o como se llame.

- Ah, Alan, no me gusta.- mentí. Porque no me gusta me encanta.

- No me mientas, pones cara de estúpida frente a él.- Explicó.

- No es verdad...- Dije. - Déjame en paz.- Agregue.

Continúe con la mirada perdida, tenía sentimientos encontrados... después no tener conocimiento sobre Alan, el me habla y responde con tanta naturalidad, y Jhon me dice amor... ¿Cómo debo sentirme?

-¿Seguiras allí dentro?- Alcance a oir, deduje quien era, decidí ignorarlo.
Inmediatamente dio un aplauso que logró sacarme de mis pensamientos.

-Vamos, ya es tarde.- Informó.

Sólo asentí y salí de aquel hermoso auto.
Entre a "mi casa"