Capítulo 9.

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Apresurada entre a aquella hermosa casa, busque a mi madre,  quien se mantenía dando instrucciones, como siempre.

-Hola madre.- Salude a mi madre con un beso en la mejilla. Ella en respuesta me dio un abrazo.

- Hola, te mande traer para que me ayudes a decidir uno que otro detalle.-

-¿Yo?.- pregunté.

- Si.- respondió.

-Genial.-
Así pase lo que restaba de mañana y gran parte de la tarde. Hasta que llegó la hora de irme a casa, para arreglarme y lucir bien, hoy tendría que dar una buena imagen, todos comentarán sobre que tal lucia "La esposa de Jhon James", habrán muchos comentarios, habrán socios y no sólo de la empresa de mis padres, sino de demás empresas que buscan sociedades, aseguró que también mujeres que sólo vienen a criticar, chicas que sólo buscan un buen partido para casarse, y porque no otros que estamos obligados a permanecer juntos.
Después de un rato de descansar me bañe, y justo ahora me encuentro eligiendo accesorios para ir a la fiesta.  Jhon entra realmente luce bien, con esa ropa tan elegante unos cabellos rebeldes resbalan por su frente, hay que admitir que eso le da estilo a su perfil. Yo aún no estoy lista, sólo me estoy haciendo tonta, no quiero ir, es decir, si quiero pero no, allí va a estar Alan, y yo tendré  que permanecer con Jhon, alguien me está observando mientras levanto una mano hasta la medida de mi oreja para debatirme entre  dos hermosos aretes.

- Las perlas te lucen bien, pero se te ve mejor con los diamantes incrustados, además que combina con la gargantilla.- su voz ruda y suave perfectamente combinada hace que me decida por fin.

- Debería darte las gracias.- sono más a pregunta que afirmación.

-¿Nos vamos?-

-Ehh, si claro.-

Me puse de pie y gire para salir de Allí, su cara, su expresión cambio ya no tenía el mismo semblante...¿Tan fatal me veo? Mi autoestima está a punto de caer al suelo... me mire a mi misma de abajo arriba, y levanté la cabeza.
- ¿Tan mal me veo?.- Me atreví a preguntar.

-No, no, al contrario te vez estupenda, simplemente te vez genial.- Note el evidente nerviosismo en su voz, que el dijera lo bien que lucía me hizo sentir bien, segura y quizá un poco sexy.

-Gra-gracias.- dije sutilmente. 

Bajamos hasta llegar al auto y nos  dirigirnos hacia la fiesta, en el camino nadie hablo, fuimos tranquilos.

Cuando llegamos bajamos del auto, y nos recibieron mi madre y unos señores que jamás había visto. Saludamos buena elección recibía comentarios positivos acerca de mi vestimenta, y uno que otro comentario de chicas coqueteando con Jhon, porque hay que admitirlo luce exageradamente bien.

- Cariño vamos a saludar a la familia Mccrory.- Dijo mi madre.

-Claro.-

-Tu también cariño.- Dijo está vez para Jhon.

-Vamos.-

- Hola, Pero que bien luces hoy Nora.- Mi madre y sus falsos cumplidos.

-Cariño, la que luce radiante eres tu, mirate los años no pasan sobre ti.- Responde la otra mentirosa.

- Hola Gissella.-

-¿Qué  tal Robert?- dice mi madre ahora al señor Mccrory.

-Oh, realmente tienes buenos gustos, vistes bien, aparte tienes un buen marido.- me dice la señora Mccrory.

Odio amarte. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora