El orígen

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Amy

Adam llora desconsolado en mi hombro, mi blusa se humedece por sus lágrimas y no puedo evitar sentirme culpable.
Estamos en el sillón mientras respondo algunas preguntas del forense.

—Gracias por su cooperación señorita, en serio lamentamos lo que pasó.— dice el forense dando la orden de llevarse el cadáver de Amanda.

Aprieto a Adam a mi pecho, no quiero que voltee a ver cómo se la llevan. La vista se me nubla y dejo salir un par de lágrimas.

—Quiero arreglar las cosas, empezando con disculparme y ser tu amiga— dice nerviosa.

Las palabras de Amanda me sorprenden, se ve tan segura de querer arreglar todo. Debo darle una segunda oportunidad.

Bueno, empecemos de nuevo y olvidemos todo lo del pasado.—Digo y le ofrezco mi mano.—Soy Amy Simons, ¿cuál es tu nombre?

Me sonríe de forma cálida y estrecha mi mano, divertida.

Soy Amanda James, es un gusto conocerte y espero que seamos buenas amigas.

Igual yo, Amanda.— le devuelvo la sonrisa.

Ella iba a cambiar, ni siquiera tuvo la oportunidad de demostrarlo. Los forenses se retiran, Adam deja de llorar para quedarse viendo fijamente el llavero en la mesa.

—Si le hubiera explicado tal vez estaría viva.— lo interrumpo.

—Adam, no fue tu culpa. No pudimos hacer nada. La muerte es una fuerza más poderosa que nosotros.— comento mientras acaricio su cabello.

—¿Qué pasara cuando solo quedemos nosotros?— sus palabras me hacen pensar todo lo que no hemos intentado.

—Debemos encontrar a alguien que nos ayude a detener esto o al menos a saber cómo inició.— me levanto tomando las llaves.

—¿Pero quién?— pregunta siguiéndome.

Y mi mente regresa al momento en que Marco habló sobre las señales.

—Marco Bleins, después de la muerte de Sofía mencionó las señales pero no creí que fuera real.— subo al asiento del conductor.

—¿El chico raro? Creo saber dónde vive.— se sienta de copiloto y empiezo a manejar.

(...)

Casa de Rebeca

Rebeca

—¿Y cómo has estado querida?—me pregunta mi padre para después comer su pasta.

Ambos estamos en la cocina, él vino para verme ya que se preocupó al enterarse de lo que le pasó al bus.

—Muy bien, ya terminé las clases y trataré de inscribirme en la universidad lo más pronto posible.— respondo tomando un sorbo de jugo.

Las manos me sudan y los nervios me carcomen, necesito saber qué está pasando con Amy y Adam.

—Parece que todo está en orden, pero por favor cuídate. No sabes lo importante que eres para tu madre y para mí.—me da esa mirada típica de un padre protector.

—Tranquilo papá, no va a pasarme nada.— aseguro.

No aún.— una voz se escucha detrás de mí. Doy un pequeño salto del susto y volteo.

No hay nadie.

Regreso a ver a mi padre, quien está llevando los platos al fregadero. Me levanto para ayudarlo.

Destino final 6: El orígen de todo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora