Capítulo Cuatro

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Era domingo por la mañana y puse música a todo volumen. Estaba mega feliz. Hoy venía de visita mi hermano, era espectacular tenerlo en casa.

Casi todos los domingos venían a almorzar.

Mi hermano tiene 24 años y se comprometió con su novia de casi toda la vida, se conocieron desde pequeños y eran los mejores amigos del mundo, ella siempre a sido parte de la familia y nos cae súper bien.

Arreglé mi habitación y bajé a desayunar pero mis padres no me esperaron así que tuve que comer sola.

Papá quiso arreglar un poco el jardín de la casa ya que estaba hecho un desastre y mamá estaba preparando el almuerzo. Fui a mi habitación, tome un baño y me puse unos jeans, zapatillas y una camiseta color negro. Baje a ayudar a mamá.

-Mamá ¿te puedo ayudar?.-

-Claro peque.

Cocinamos juntas y pronto ya todo estaba listo pero mi hermano no llegaba por lo que nos preocupamos y llamamos, dijo que vendría un poco tarde, como una hora más tarde.
Como iba a tardar decidí ir a conocer un poco el vecindario y le pedí permiso a mis padres.

Camine algo así como dos cuadras y llegue a un parque muy bonito.

Allí alcancé a ver a Annie y la saludé desde lejos pero a medida que me acerqué vi también a su hermano que se balanceaba en uno de los columpios viendo su celular.

-Hola Annie-
En cuento me escuchó su hermano levantó la cabeza y me miró desinteresadamente.

-Hola Andre- me dijo mientras apagaba su celular para saludarme.

-Ven siéntate conmigo.

Me senté a su lado.

-¿Vienes aquí muy seguido? Le pregunté.

-Si me gusta venir cuando no están mis padres en casa, ya sabes es mejor que estar sola en mi casa.

-¿Y tu? ¿cómo llegaste aquí?-

-Mi hermano se tardó en llegar de visita y quise salir a caminar un rato.

Mire a Matt quien se veía muy entretenido en su celular.

-Habla con su asquerosa novia.- dijo mientras hacía una cara de asco.

-¿Tiene novia?- dije algo asombrada.

-Si a todos nos asombra créeme.

Wow un chico como él de seguro tenía novia, era muy guapo como para pensar lo contrario pero su forma de ser era lo que hacía que nos sorprendieramos.

Annie y yo ya éramos buenas amigas y pasamos hablando un buen tiempo, durante nuestra conversación obtuve otro dato de su hermano dijo que al parecer era uno de los chicos populares del colegio, al que por cierto, también tendría que asistir. Ya había pasado casi una hora y tenía que irme.

-Ya me tengo que ir Annie.-

-Voy contigo, espérame. Matt, mamá me escribió hace 15 minutos, están en camino. ¿Vas a venir con nosotras?

Levantó la mirada, guardo su celular y se levantó para seguirnos.

Tenía que ser como siempre un completo idiota, no me veía, ni me hablaba, ahora ni siquiera hablaba cuando estaba presente. Okay así será entonces.

Caminamos juntos cuando pude divisar mi casa, justamente llegaba mi hermano con Nathy.

-Chao Annie nos vemos mañana. Como dije las cosas serán distintas, para él no existo, para mi no existe. Le dije mientras me apresuraba a mi hermano.

- Chao, cuídate- Dijo Annie mientras cruzaba a su casa.

Pronto salte a abrazar a mi hermano.

-TE EXTRAÑE MUCHÍSIMO.- le dije mientras lo abrazaba tan duro como podía.

-Y YO A TI PEQUE-

Nos abrazamos por un tiempo y luego me acerqué a saludar a Nathy.

Entramos a la casa y cuando iba a cerrar la puerta me di cuenta que Matt estaba viendo hacia nosotros pero enseguida hizo su típica cara de asco y volvió a lo que estaba haciendo.

Dejando de un lado lo del buen vecino Matt, papá y mamá abrazaron mucho a mi hermano y Nathy que era uno más de nosotros. Fue divertidísimo todo el día, después de comer acostumbravamos jugar poker o juegos de mesa, pasamos toda la tarde juntos y era lo mejor que tenía de toda la semana.

Se hizo super tarde como siempre y papá y yo íbamos a dejarlos en auto a su casa.

Andrew y Nathy se despidieron de mamá y salimos a la cochera listos para irnos.

Conversamos con Andrew sobre la nueva temporada de fútbol y pronto llegamos a su departamento.
Era un hermoso departamento que pagaban entre los dos.

Se bajaron del auto y nos despedimos, sinceramente es la peor parte del día.
Volvimos a casa con papá escuchando música.

Llegamos y mamá estaba casi terminando de limpiar, le ayudamos con lo que faltaba y nos fuimos a dormir.

Realmente AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora