Unhealthy Obsession-[Soukoku/Fyoya/RamChuu](Editado)

3.La historia no cambiará...

Sus ojos querían cerrarse...Pero presentía que dormirse solo le sería peligroso.

[-¡Odasaaaaakuuu!]

Tiró las sábanas a un lado, aún era de noche, pero dormir para tener pesadillas no parecía ser provechoso para él.

-Quién diría que los muertos duermen- una voz calmada lo puso en alerta...¿Qué su habitación no estaba con trampas?

Sacó su pistola apuntando a la ventana, la silueta de una mujer era lo que apreciaba a través del marco de ésta.

-¿Cómo entraste?

-Mmm- pareció pensarlo un poco- ¿Por la ventana?

-Ya veo...-murmuró el castaño dejando su arma tranquila, la extraña no parecía tener intenciones de matarlo.-¿Qué quieres?

-Quiero matarte- respondió sin rodeos; el castaño no supo si sus deducciones habían sido erradas, pero estaba convencido que sobreviviría para poder ver el día siguiente.- Pero verte dormido...Es una oportunidad que nunca he tenido.

-Hablas como si me conocieras, gata de medianoche- Dazai no parecía tentar su suerte poniéndole un apodo.

-Mmm...Quién sabe- la mujer se apoyó en el marco de la ventana- Voy a seguirte observando de lejos...Esperando un error tuyo, falta poco para que cumplas los 23- bufó molesta- Veremos si la situación me hace darte un pastel... O una cuerda.

Dicho eso, la chica se dejó caer por el barandal.

Dazai corrió a ver dónde se había ocultado la chica, pero no sintió más que la brisa nocturna y fría soplar su rostro.

Esa voz...¿Dónde la había escuchado antes?

Ya lo recordó...

-Rampo-san- murmuró mientras cerraba la ventana con seguro, mañana mandaría a quitarle los cristales, el barandal y reforzar las paredes.

Tendría una conversación muy seria con su subordinado.

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-¿Estás molesto conmigo, Sensei?- el nombrado mantenía sus ojos cerrados sin resistirse a las caricias leves en su cabeza que la joven le daba.

-¿Qué haces hablando con un gato?- Rampo la miró desde su cama algo adormilado.

-Me gusta hablar con Sensei- dice la chica-¿No tienes sueño, Rampo-kun?

-Me acabas de despertar.

-Tus reflejos son buenos, entonces...¿Quieres un cuento o una nana?- preguntó la chica acomodándose en su mueble sin fastidiar al gato.

-¿Soy un niño para ti?- preguntó Rampo un poco molesto

-Todos los seres humanos aún son niños para mí, más los que están enamorados- respondió con una sonrisa traviesa.

Rampo frunció el ceño, a veces Mary era buena sacándole de sus casillas, pero le era de utilidad y más que nada...era sincera con él.

-Cuéntame un cuento- murmuró usando su don, deduciendo que la mayor le diría algo interesante.

"Presta atención, Rampo-kun..." pensó la azabache

『Eran tres príncipes que eran amigos, hasta que uno de ellos probó una manzana escarlata, la manzana más deliciosa y bonita de todas en el jardín del palacio.