Capítulo X

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La sala se encontraba en silencio, en ella estaba yo junto con el resto de mi equipo. Algunos de ellos fingían leer documentos sobre el caso y me miraban de reojo, otros se perdían en las pantallas de sus teléfonos pensando en qué decir o hacer, temían mi reacción y me analizaban como a cualquier otro sospechoso de los que nos encontrábamos cada día. Yo estaba sentada en aquella silla y revisaba los dibujos del Ángel y la información de las víctimas. Helena era el nuevo juguete de ese asesino en serie y yo no sabía qué hacer para encontrarla y salvarla, tenía miedo y eso no era normal en mí.

Inspiré profundamente y cogí la fotografía de Helena, me levanté y la puse en la pizarra junto con las demás victimas del Ángel. Observé a mis agentes, los cuales se miraban los unos a los otros.

—Helena encaja con lo que el Ángel ha buscado durante estos tres meses, chicas jóvenes y guapas. Ella es su nueva víctima, sabemos que la tiene y sabemos que Liam fue sospechoso en una ocasión de ser el asesino, es probable que él lo sea y tenga a Helena en algún lugar. Liam fue arrestado esta mañana y el regalo del Ángel fue puesto anoche en un callejón, por lo que es muy posible que él sea el Ángel, lo sabremos si esta noche voy al siguiente punto y no hay nada, pues está preso y no podría haber dejado algo.

—¿Esa es tu teoría? —Dijo Paul tras aclararse la garganta, lucía nervioso, como el resto del equipo.

—Lo es. —Cogí el dibujo que había dejado en el callejón y lo miré. —A las ocho iré sola y verificaré si mi teoría es real o no.

—Tal vez debería ir otro de nosotros, creo que necesitas un respiro. —Colin me miraba preocupado. Yo negué con la cabeza y seguí revisando los documentos.

—El Ángel me ha retado directamente y Helena es mi mejor amiga, no me voy a apartar del caso.

—No he dicho eso, solo creemos que deberías ir a casa y dormir un poco, esto de alguna manera, aunque no lo quieras demostrar, te ha afectado y necesitas un respiro. Ve a casa, duerme un poco y mañana ven fresca para seguir trabajando.

—Sé que estáis preocupados por mí. —Los miré a todos y me senté nuevamente. —Pero no es necesario, os lo agradezco, pero estoy bien, creedme cuando digo que puedo con esto. Soy la líder de este equipo y no voy a irme y a dejaros con todo esto.

—Podemos con esto y más, somos un equipo. Si caes estamos aquí para sujetarte y ayudarte a salir adelante, descansa y nosotros nos encargamos por unas horas de todo el trabajo. —Paul se levantó y tomó algunos papeles de la mesa. —No te estamos sacando, solo te pedimos que vayas a casa y duermas.

—No, debo ir a ese punto, él me quiere solo a mí, no puede ir nadie en mi lugar ni conmigo. No puedo dejaros esto a vosotros.

—Bien, entonces sigamos con esto, ve a ese lugar y después regresa a dormir y no vengas hasta pasado mañana. —Davina me sonrió desde la otra punta de la mesa.

—No pienso ausentarme tanto tiempo, quizás si duerma un par de horas más, pero solo aceptaré eso. —Ellos suspiraron dándose finalmente por vencidos.

—Deberíamos ponernos con los videos de las cámaras de seguridad, Jack ya los tiene y nos está esperando para verlos. —Asentí ante las palabras de Seth. —Lo llamaré, dadme unos segundos. —Seth buscó el número de nuestro chico y en unos segundos Jack estaba al teléfono.

—¡Jack está de vuelta! Tengo los videos que me habéis pedido y estoy listo para hacer que se reproduzcan en vuestra pantalla grande. —Jack se refería a una pantalla de televisión que teníamos conectada al ordenador del equipo.

—Estamos listos Jack, cuando quieras puedes darle a play. —Paul se sentó en su sitio y todos nos dispusimos a mirar la pantalla.

—¡Señor, sí señor! —Le respondió el chico a Paul. En unos segundos una imagen en blanco y negro se reproducía en aquella pantalla. —Espero que estéis preparados porque son bastante largos. —Jack guardó silencio en ese momento y todos nos pusimos a ver los videos de seguridad.

El misterio de Helena Surchs- ✨Ya en físico✨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora