Capítulo XIX

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En cuanto llegué y aparqué el coche en una plaza reservada para nosotros, me adentré en el edificio rápidamente, iba caminando hasta la sala donde nos reunimos cuando una voz hizo que me detuviera.

—¡Yelina! Me alegro de verte, ¿te sientes mejor? Jack nos dijo que fuiste al médico por el tema de las migrañas. —Seth estaba delante de mí con una rebanada de pizza en la mano.

—¿Habéis pedido pizza?—Amaba la pizza, era la cosa más deliciosa del mundo. —Dime que me habéis guardado un trozo, no he comido nada en todo el día. —Seth miró hacia atrás y luego a mí con una sonrisa tímida.

—Lo lamento, no pensamos que vendrías a comer... Gómez arrasó con la gran mayoría, ese hombre come por todo el cuerpo de policía. —No pude evitar reír al imaginar la escena. Era una pena, de verdad quería darle un pequeño placer a mi estómago.

—Bueno, no pasada nada. Cogeré algo de la máquina.—Me dispuse a buscar una de esas maquinas con comida basura cuando Seth me detuvo.

—Puedes comerte mi porción, no tengo mucha hambre de todos modos. —Lo miré sorprendida y agradecida.

—¿Lo dices en serio? —Él me sonrió y me dio el pedazo.

—Es vegetariana, creo que es tu favorita, ¿verdad? —Le sonreí y cogí el trozo.

—Lo es, sí que tienes buena memoria... ¿Te lo dije yo?

—A todos, en la casa de Paul cuando celebramos tu primer caso. —Asentí con una sonrisa, recordaba esos momentos tranquilos del día a día en nuestra pequeña familia. —Pero sabes que tengo buena memoria. —Se limpió las manos con una servilleta y luego se dio la vuelta para irse, fue ahí que recordé que necesitaba su ayuda.

—¡Seth! Espera, necesito hablar de algo contigo, a menos de que estés muy ocupado.—

—Ahora íbamos a ver la imagen de Snake, Jack ha encontrado una foto reciente y queremos ver su cara. —Al parecer mi problema iba a tener que esperar, era hora de sacar las mentiras.

—Iré contigo, tengo que hablar con vosotros sobre algo que he descubierto de Helena, por cierto... ¿Crees poder liberar a Liam? No creo que debamos descartarlo aún como posible sospechoso, pero si es buena idea dejarlo libre un poco o terminará en una institución mental.

—Justo hemos estado hablando de eso y estamos de acuerdo contigo. Le diré a un agente que lo deje en libertad, pero que se ande con cuidado y no salga de la ciudad.

—Vale, nos vemos en la sala con los demás. —Seth me sonrió por última vez y se fue. Yo hice lo que dije y fui a la sala. Al llegar me encontré con todos, estaban leyendo algunos papeles y a la vez comiendo, no descansaban ni en su receso.

—Deberíais de descansar un poco o vas a terminar locos. —Todos levantaron la vista sorprendidos.

—Sabemos lo importante que es para ti Helena y está viva, no vamos a parar hasta salvarla, no dormiremos si es necesario. —Las palabras de Colin me hicieron sentir un poco mejor, no estaba sola, eso era un hecho.

—Somos un equipo. —Dijo Davina.

—Familia, Davina, familia. —Paul le guiñó un ojo y siguió con lo suyo mientras la chica reía. Me gustaba verlos así.

—He averiguado algo de Helena y de Snake.—Ellos me prestaron atención. —Samanta encontró una bolsa de coca en la habitación de Helena, estaba bien escondida. —Había dejado la bolsa en el coche y recordé cogerla antes de bajar, por lo que la llevaba conmigo. Dejé la bolsita en la mesa y traté de no demostrar lo dolida que me sentía con mi amiga. Ella me había mentido y se rió en mi cara... ¿Y si me había engañado en otro tipo de cosas? Como en el tema de Abby... Sí, estaba empezando a pensar que lo que Marcus me dijo era real.

—¿Helena se drogaba? Supongo que no sabías eso. —Seth llegó a la habitación. —¿Sabes hace cuánto que lo hace?

—Creo que desde que empezó a salir nuevamente con Snake, al parecer él es quien le pasa la droga... ¿Cómo una chica inteligente y estudiante de medicina se puede meter en eso? Se supone que sabes de buena mano lo que le hace a tu cuerpo... ¡Tiene toda la vida por delante! —Suspiré para tratar de controlar mis emociones.

—Nunca sabemos realmente el vacío que siente una persona, por más cercanos que seamos.—Colin tenía razón, pero aún así... ¿Por qué entrar a las drogas? ¿Qué quería Helena ocultar?

—¿Qué más has averiguado?—Davina dejó los papeles que revisaba sobre la mesa.

—El chico misterioso de la casa de Jared es Snake, estoy segura. No pensé en él al principio porque no recordaba con exactitud su apariencia, pero ahora me acuerdo perfectamente y sé que es él.

—¿Helena llevó a su amante a una fiesta en la que estaba su novio? Vale, ahora cada vez conozco menos a la víctima.—Paul se cruzó de brazos y suspiró. Comprendía su frustración, también me pasaba. Helena, mi mejor amiga, parecía una desconocida.

—¿Creéis que es él? Fácilmente pudo adentrarse en el bosque y atrapar a Helena. —Asentí a las palabras de Colin.

—Estoy segura de que él tiene que ver con esto, quiero una orden de arresto en contra suya. ¿Sabéis dónde está?

—Por lo que Jack nos dijo, la última vez que supo de su localización, fue en una gasolinera de la ciudad, en el centro, pero tenemos su dirección, se está quedando en un apartamento a las afueras. —Paul se levantó de su asiento, estaba preparado para mis órdenes.

—Ya he dejado libre a Liam, al parecer ha entendido lo que le dije y no saldrá de la ciudad, aún así, Jack lo tendrá vigilado constantemente y si notamos algo raro será detenido. —A ese grupo le iba muy bien sin mí al parecer.

—Bien, entonces nos vamos a detener a Snake.—Todos se levantaron y fueron a prepararse. Nos pusimos los chalecos antibalas y subimos a los coches, esa vez yo iba sola con Seth. Colin, Paul y Davina iban en otro, eso me ayudaría para hablar más libremente con el genio.

Íbamos en el coche, yo conducía y Seth iba relajado, yo no era como Colin. Necesitaba hablar con Seth, él era psiquiatra, aunque no ejercía, obviamente. Mi compañero se graduó de la universidad siendo muy joven. Cuando terminó todos sus estudios universitarios decidió entrar al FBI, no necesitó años en la policía, era un genio y el gobierno lo quería, por lo que solo tuvo que estar en la academia como todos los demás y listo. Por eso es que necesitaba hablar con él, porque era psiquiatra, eso quería decir que podía echarme una mano. El único problema era decirle que quizás, solo quizás, tuviera TID y que a demás mi otra personalidad era una suicida...

Tomé aire y miré a Seth de reojo.

—Vamos, dime lo que pasa, antes querías decirme algo.

—No das terapia, ¿verdad? —Le pregunté mientras seguía el coche de Colin.

—Nunca he ejercido, solo en mis prácticas, después de eso nunca he hecho nada que tenga que ver con mis estudios, bueno, a demás de explorar las mentes de los asesinos más despiadados del país y salvar vidas. ¿Por qué lo preguntas? ¿Quieres hablar de algo? He perdido la práctica como terapeuta, pero no como amigo. —Le sonreí y seguí mirando la carretera para no desviarme.

—¿Cómo se puede saber si tienes doble personalidad? —Me observó confundido, pero luego miró por la ventana, no parecía darle importancia al por qué de mi pregunta.

—Bueno, los síntomas más comunes son sin duda los lapsus de memoria que interfieren en la historia personal, tanto de memoria reciente como remota. Las personas con este trastorno pueden padecer síntomas postraumáticos, por ejemplo, pesadillas, sobresaltos... El paciente se muestra especialmente vulnerable a todo lo que puede provocar sugestión. Muestran capacidades poco habituales para soportar el dolor y otros síntomas físicos. Impulsividad y cambios repentinos en las relaciones sociales y personales.

El trastorno no es debido a los efectos fisiológicos del consumo de sustancias (alcohol, drogas...) o a una patología médica. Los cambios de identidad se producen sin avisar. Una situación estresante puede ser el detonante para dejar salir otra identidad más fuerte.— Me miró nuevamente. —Pero creo que todo esto ya lo sabías. ¿Por qué quieres saber de esto Yelina? —Suspiré y dejé salir mis preocupaciones.

—Creo que padezco de TID... —Él me miró sorprendido y a la vez muy preocupado. Tenía miedo de como Seth pudiera reaccionar ante la noticia. 

El misterio de Helena Surchs- ✨Ya en físico✨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora