DESDE QUE TE VI ~WARMI~ (TERMINADA)

ALERTA GATUNA

Mimi

Entro en casa, dejo las llaves en el mueble del recibidor y, de repente… 

Estornudo. Puta alergia. 

- Hola cariño. - me salida Ana desde, lo que supongo que es, el salón.

- Hola amor. - me acerco a darle un beso, pero… Otro estornudo.

- ¿Estás constipada?

- No, es la alergia. Pero no lo entiendo si no es primavera.

- No sé qué puede ser. ¿Tienes alergia a algo más? - hago como que pienso y…

-¡CLARO!

- ¿Qué pasa, amor?

- Que le tengo alergia a los gatos también. - Ana me mira y traga saliva.

- Entonces ya sé porque estornudas. - me señala a un bultito que hay en el sofá.

- ¿Es un gato? - Ana asiente con culpabilidad.

- Se llama Mimo. Lo he encontrado en la calle, al lado de los containers. 

- ¡Odio a la gente! ¡¿Cómo puede dejar a un gatito indefenso en la calle?! - me acerco a Mimo y lo cojo en brazos.

- Mimi la alergia… - me dice preocupada.

- Al menos lo mío se puede tratar, lo de esta gente no. - Estornudo por tercera vez. Lo vuelvo a dejar en el sofá.

- Ve a limpiarte las manos, amor. Qué vas a estornudar más.

- Me voy a duchar. ¿Te vienes? Así me he ayudas con esto. - me acaricio la tripa.

- Ve yendo tú, amor. Ahora voy.

- Vale. - me dirigo al baño, pero antes de que de un paso más. Me para una mano.

- Oye no me has saludado. - me dice tímida, para luego darme un beso. Como siempre cierro mis ojos y le respondo al beso.

- Hola. - digo abriendo los ojos de nuevo.

- Ahora sí, hola Mimita. - sonrío y me doy la vuelta. Ana me da una hostia en el culo. 

- Esto se mira, pero no se toca. - giro la cabeza.

- Lerelelelé, lerelelelé… - me sigue la canción. Y reímos las dos.

Ana

Salgo del trabajo, como siempre hay gente esperándome para preguntarme por Mimi y para hacerse fotos conmigo. No entiendo el porqué quieren tener una foto con la novia de Mimi. Yo no soy ninguna "novia de", soy Ana Guerra y punto. Bueno, en fin, que me voy por las ramas. En eso que están yendo al coche y paso junto a unos contenedores. Tiro el paquete de tabaco que se me había gastado esta mañana.

- ¡MEOW! - busco el origen de ese maullido. Lo encuentro poco después, en una caja de madera de las que tienen en el mercado para la fruta.

- ¡Ay, hola mi amor! - me agacho para estar más cerca del gatito. El pequeño animal me mira y, de repente… 

-¡MEOW! - maulla al verme.

- ¿Tienes frío? - le acerco mi mano para que pueda olerme. Instantáneamente, restriega su cabezita contra mi mano. Como veo que me acepta le doy mimos al animalito. El cual me ronronea.

Ante la decisión de si cogerlo o dejarlo allí, escogo la primera opción. Me quito la bufanda del cuello y con ella envuelvo al gato. Me levanto y camino dirección al coche. Cuando llego abro la puerta del copiloto y dejó con mucho cuidado al gatito. Rodeo el coche y me subo. 

20 minuto después…

Aparco el coche en el garaje. Me bajo, cojo el bolso y luego al gatito. Me subo al ascensor y cuando llega al quinto piso, se abren las puertas y me dirigo al piso 5ºB. Abro la puerta y dejo que el gatito descubra los rincones de nuestra casa. Mientras el gato explora la casa, me quito todas las prendas que me impiden moverme y estar cómoda en casa. Resumiendo el abrigo, el gorro y los guantes. Dejo las llaves en el mueble del recibidor y entro en la cocina. Abro la nevera y busco algo para que el animal coma algo. 

- ¡MEOW! - protesta el gato.

- Ya voy, amor. - el gatito se restriega entre mis piernas. - Das mucho mimos tú, eh. - digo con voz de niña pequeña. - Mira pues ya tienes nombre.

Me decanto por darle leche, cojo un bol de aguacates y le pongo un poco. Dejo el bol en el suelo.

- Mimo, ven.

- ¡MEOW! - maulla y se acerca al plato. Lo huele y empieza a beber.

- Muy bien, mi amor. - acaricio al gato. Me levanto cuando acaba de comer, lo cojo en brazos y me lo llevo al sofá. Lo dejo encima de la manta de aguacates y se duerme.