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LA SUERTE DEL POPULAR, NADIE LA DESEA

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LA SUERTE DEL POPULAR, NADIE LA DESEA

Y ahí se hallaba nuestro protagonista, desesperado, irritado y estresado, con la cabeza gacha entre sus manos esperando que sonara la campana que anunciaba el cambio de clases.

Pues tendría que esperar un poco más, porque aún, faltaban 20 minutos para poder entrar a su clase de Álgebra y Cálculo.

Así que sólo se dispuso a sacar su teléfono y jugar —ya que no tenía internet— el juego del dinosaurio en Google Chorme. Sí, así de miserable era su mañana. ¿Y qué esperaban? ¿Ver a nuestro hermoso protagonista entrando exitosamente por el corredor universitaria cual diva de Hollywood? Pues si eso esperaban, ya se habrán dado de cuenta de que eso no pasó, o bueno, no hoy.

¿Pero qué era lo que le había pasado Kim Wooseok para llegar tarde hoy?

Es mejor preguntar qué no le pasó.

Aprovecharé los 20 minutos restantes para contar brevemente la razón por la cual Wooseok había llegado tarde hoy a clases.

Todo inicia con un Wooseok soñoliento despertándose por la mañana con toda la tranquilidad del mundo, tranquilidad que no duró no más de un segundo al ver que llevaba media hora de retraso. Llegaría tarde. Y es ahí, donde el castaño fue como alma que lleva al diablo hacía su baño para asearse.

Siendo nuestro Wooseok tan responsable en sus asuntos de estudio, se descuido la noche anterior para ir a una fiesta.

¿Pero a quién se le ocurre hacer una fiesta una noche de miércoles? Nada más, ni nada menos que al mismísimo Lee Jinhyuk, su mejor amigo.

Pero más Wooseok que le entró el arrebato de hacer acto de presencia en aquella fiesta como la abeja reina que era. Claro, nadie se hubiera percatado de su ausencia, pero su terquedad no le permitió quedarse sin más en casa.

Además que el JOvenciTO decidió ir se a vivir solo, ya que al entrar a la Universidad tenía que sentar cabeza y madurar —quedé—, ahora se lamentaba de su decisión, y extrañaba los gritos de su madre cuando despertándolo cuando este solía pedir cinco minutos más.

Ahora sufre de las consecuencias, mientras se pone una media con una mano y sostiene una rebanada de pan en otra. Apenas puso la media en el piel izquierdo, fue por la media para el piel derecho. Se deshizo del pan, y de una fue por un par de zapatos. Ya casi listo, se dio una barrida con la mirada en el espejo. Iba tan casual que ni se conocía el mismo, le quitó la importancia al ver la hora, se peinó un poco su castaño cabello deseando parar el tiempo.

Eran las 9:45 de la mañana y sus clases daban inicio a las 8:30, si quería poder entrar sin problemas tenía que rogarle al portero más de una vez.

Bajo a las afueras del conjunto residencial donde vivía, para ir por su auto. Y como ya no tengo más tiempo, me ahorraré narrar unas cuantas maldiciones que Wooseok soltó cada vez que pasaba por un semáforo en rojo.

 ❝BOY CRUSH❞ ㅡ SEUNGSEOK Donde viven las historias. Descúbrelo ahora