Capítulo 7

971 67 2
                                    

Me despierto algo desorientada y con un terrible dolor de cabeza, la luz que se filtra por la ventana es demasiado fuerte por lo que la cabeza me duele un poco más, también eso me dice que es muy tarde, con mucha pesadez y en contra de mi voluntad...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Me despierto algo desorientada y con un terrible dolor de cabeza, la luz que se filtra por la ventana es demasiado fuerte por lo que la cabeza me duele un poco más, también eso me dice que es muy tarde, con mucha pesadez y en contra de mi voluntad, me obligo a levantarme de la cama, el piso de mi cuarto es un desastre, hay ropa, sábanas, líquidos y lo que parece ser comida, quisiera tratar de recordar que paso ayer pero la cabeza me está matando, entra una corriente de aire y me da frio, ahí es cuando me doy cuenta de que estoy desnuda, me agacho con mucho cuidado pero no sirve de mucho ya que también me duele el cuerpo, en especial de la cintura para abajo, aún así logro agarrar una de las camisas del suelo, la cual me queda muy grande, es negra de manga larga, está no es mía, pero aún así no me la quito, y empiezo a caminar de una forma rara hacia la cocina, no hay nadie más que yo, pero en la mesa del comedor veo un vaso de jugo de naranja, al acercarme me doy cuenta de que hay una nota y un par de pastillas.

La nota decía:

Me he encargado de los asuntos que tenías para está mañana, luego me agradecerás, mientras tanto tomate las pastillas con el jugo que te he dejado hará que te sientas mejor.

LBP.

De momento no me acuerdo que era lo que tenía que hacer, bueno ni siquiera se que horas son, me tomo las pastillas y el jugo sin importarme quien sea el tal "LBP", me recuesto en el sillón para esperar que la pastilla haga efecto.

Media hora después el dolor había disminuido considerablemente por lo menos lo suficiente para poder levantarme, lo primero que hice fue buscar mi celular, el cual tarde un rato en encontrarlo, estaba en la cocina.

Lo primero que vi fue la hora, eran las 2:30 de la tarde ¡¿las 2:30 de la tarde?! ¡No inventes! ¡Es tardísimo! Desbloqueo mi celular para ver el mundo de notificaciones que tengo, la mayoría son de mis redes sociales artistas que sigo, mensajes de WhatsApp de un número desconocido, también hay de Araida y uno que otro de otras amigas, también hay unas llamadas perdidas del licenciado Abraxas me pregunto que es lo ocupa... ¡No! ¡carajo! Soy una idiota, ¿Cómo se me fue a olvidar? Se supone que vería al licenciado a las diez para una revisión de la casa para poder determinar que era un buen hogar para un niño, ¡carajo! Le voy a regresar la llamada ahora mismo.
Me contesta al tercer tono

 ¿bueno?

— Bueno ¿licenciado Abraxas?

 así es señorita Smith ¿en qué puedo ayudarle?

— es sobre la visita a la casa que teníamos para hoy, primero que nada quiero disculparme por no haberme presentado 

Adopción DiabólicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora