Capítulo 10

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Unas voces me despertaron, al principio me costó reconocer quien era el que hablaba lo que si sabía con certeza es que estaba enojado muy enojado, Lucifer estaba enojado no sabía con quien ni por que no lograba comprender que era lo que decía, hab...

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Unas voces me despertaron, al principio me costó reconocer quien era el que hablaba lo que si sabía con certeza es que estaba enojado muy enojado, Lucifer estaba enojado no sabía con quien ni por que no lograba comprender que era lo que decía, había una segunda persona pero a diferencia de Lucifer su voz sonaba más calmada lo que hacía que Lucifer se enfureciera más y más, de repente el ambiente se empezó a tornar extraño no sabría muy bien como describirlo pero era como si una bruma empezara a nublar la habitación, un ligero color rojo cubrió todo, los demás colores habían desaparecido y habían sido reemplazados por un rojo intenso, un calor intenso se empezó a sentir pero no era como el calor que se sentía en verano, ese que no aguantas pero con solo meterte al agua lo empiezas a disfrutar, no este se sentía sofocante, abrasador, un calor enfermizo, me empece a marear, sentía que todo me daba vueltas, también empece a sentirme desorientada, antes de desmayarme podría jurar que sentí que el suelo se movía y escuchar el redoble de unos tambores.

Todo esta en silencio, abro los ojos y me siento en la cama, todo esta tranquilo y con los colores normales que se supone las cosas deben de tener, no hace calor simplemente la habitación esta fresca, así como cuando sabes que va a llover y el aire esta frío pero no tienes frío, empiezo a cuestionarme si de verdad paso eso o simplemente lo soñé, no seria la primera vez que un sueño se siente muy realista, aún así Lucifer no está aquí y a juzgar por el silencio que hay apostaría a que no está en el departamento, me levanto de la cama y empiezo a buscar a Lucifer por el departamento, el suelo esta frío no pensé en ponerme zapatos pero de cierta forma es reconfortante el sentir ese frío en mis pies.

En la planta alta no estaba por lo que decidí bajar las escaleras, tratando de no hacer ruido, no se ve que haya alguien, me encamino a la cocina y me asomo lentamente

— ¡Buuu!

— ¡carajo! — grito, me doy la vuelta y retrocedo unos pasos — me asustaste carajo 

Se empieza a reír de mi, lo miro molesta no fue divertido para mi aunque eso solo hace que su risa aumente, y no pasa mucho tiempo antes de que yo también me le una.

—  ¿dónde estabas? creí que no estabas en la casa

—  estaba en el estudio trabajando

—  ah ya, pues no se escuchaba nada de ruido ¿en que trabajas? — pregunto intrigada 

—  en un poco de todo, negocios ya sabes — dice vagamente 

—  ¿algo ilegal? — pregunto tratando de obtener algo más de información 

— no, para nada aunque es una forma sencilla de obtener dinero, tal vez algún día lo intente — responde sencillamente, lo veo como con cara de ¿estas bromeando? —no te creas —dice — no intentare nada de eso

— bueno, eso de estar esperando a que me den un balazo no es lo mio 

— no te preocupes por eso, me asegurare de que eso no pase — me dice con mucha seguridad y seriedad, le creería cualquier cosa si me lo dice de esa forma 

—  muy bien — respondo alegre — ¿qué horas son?

— casi las diez

— ¡¿casi las diez?! carajo, voy tarde la clase inicia a las diez — subí corriendo a la habitación con la intención de bañarme pero me di cuenta que no tenia ropa limpia por lo que tenía que repetir la ropa que use ayer

— ten — me dice Lucifer mientras me da una bolsa, ni siquiera me di cuenta en que momento subió a la habitación, dentro de la bolsa que me dio había ropa nueva — más temprano salí a correr y pensé que podrías necesitar algo de ropa limpia así que te compre la ropa

— gracias, me encantas — lo beso en agradecimiento — ahora tengo que bañarme 

— ¿quieres ayuda? — me dice pícaro 

— no gracias, tengo el tiempo encima, más tarde con gusto — lo beso y me separo para irme a bañar, pero me da una nalgada y toma de mi brazo, me atraerme hacia el y me sienta en su regazo

— hoy no vas a ir a trabajar — me dice con un tono autoritario 

— tengo que ir a trabajar — respondo e intento pararme pero es más rápido y en una maniobra me pone sobre sus rodillas 

— ya vas tarde, estoy seguro que ya hay alguien cubriendo tu lugar, así que te vas a quedar aquí conmigo disfrutando de la mañana a mi manera, se buena chica y obedece — dice en un tono serio que indica que no hay posibilidad a replicas, y algo me dice que es mejor no enfrentarse a su ira.


La verdad después de haber pasado la mañana a su manera, no me arrepiento de haberle hecho caso en no ir a la escuela, si es un poco irresponsable de mi parte pero con el buen sexo que tuve hace un par de horas, no me importaría ser más irresponsable. Pero ahora volviendo a la realidad donde no puedo estar ignorando mis obligaciones por unas buenas horas de placer, tengo que preparar todo para la llegada de Perséfone a mi casa, tal vez una pequeña fiesta de bienvenida la alegre ¿qué necesito para la fiesta? Vamos por lo obvio que es un pastel ¿de qué sabor lo compro?

— ¿qué tanto piensas? — me pregunta Lucifer sacándome de mis pensamientos

— en que sería lindo hacerle una fiesta de bienvenida a Perséfone

— ¿a qué hora vas a poder pasar por ella?

— la verdad no se, aún no me ha comentado nada el licenciado pero supongo que debe de ser en la tarde 

— suena razonable, ¿qué te parece si tu mejor te preocupas por que todo este bien y yo me encargo de la fiesta? 

— me parece bien, ¿de verdad no te ocasiono algún problema?

— no ninguno, soy el jefe, yo hice las reglas

— si tu lo dices 

— confía diablilla — dice y guiña un ojo


 Mientras tanto en alguna parte de la ciudad...

— esto se nos esta saliendo de las manos, tenemos que encontrar una forma de separarlos 

— estamos intentando todo lo posible pero ninguna de nuestras advertencias surge efecto sobre Dalia 

— Lucifer debe de haberla encantado de alguna manera, pero aun tenemos la ventaja

— ¿de qué manera?

— cuando nos dimos cuenta de que había la posibilidad de que Lilith reencarnara en el cuerpo de Dalia pusimos protecciones diferentes y especiales a la hora de que recibió los sacramentos, a pesar de que no pudimos sellarlos porque no hizo la confirmación siguen siendo hechizos muy fuertes, necesitara siglos para poder romperlos

— siempre un paso adelante, inteligente señor 

— sabes que no me gusta que me digas señor 

— lo lamento 

— no importa, ve e intenta de nuevo alejar a Dalia de Lucifer

— si, me retiro 

— no importa cuanto lo intentes Lucifer, el bien siempre gana

Adopción DiabólicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora