Calma (GiyuuShino)

IV Calma

—Shi....nobu—

—...oka-san,...mioka-san, oye, Tomioka-san, ne, Giyuu-san, despierta, ¿estás bien?—

—¿Eh?¿Tanji....rou?—

—Oye, ¿estás bien?—*Giyuu-san tiene un olor muy triste, es claro que no está bien*—

—......—

Y entonces recordó, recordó que ella ya no estaba en este mundo, que sólo era un vano recuerdo, y que ya no podía sentirla entre sus brazos, actualmente estaba con Tanjirou , cierto, él estaba bien, relativamente bien, la pelea contra la luna 3 realmente lo dejó cansado, pero de pronto sintió un mareo y de pronto todo se volvió negro, todo fue una ilusión, una cruel ilusión de un recuerdo que quería dejar atrás para finalmente dejar de sufrir, es que él creía que el mundo realmente lo odiaba, primero fue su hermana, luego Sabito, ahora la única chica por la que realmente a llegado a sentir algo más que con cualquier persona, algo especial, algo que se le arrebató de las manos sin que él pudiese hacer algo más que resignarse a escuchar.

—Sí, estoy bien—mentira, no lo estaba, estaba mal tanto físicamente como emocionalmente, pero tiene que mentir, no sólo para de alguna manera autoconvencerse de que lo está, sino que tampoco quiere que se preocupen en vano de él, ya que el de todas formas no aceptaría esa preocupación.

—Entonces vamos— dijo, aunque el en realidad sabía que Giyuu no estaba bien, por esta vez, prefirió dejarlo así, tenían que vencer Muzan, y por más que le preocupara, no era el momento ni el lugar para hablar de eso

(...)

Recordaba ese momento con claridad, fue una especie de Flashback en la que recordó todo, cuántos meses habían pasado, cuántos años, pero ella ya no estaba, así que el tiempo realmente ya no importaba, siempre se preguntó cómo hubiera sido su relación si el hubiera sido más afectivo, pero de nada sirve imaginar, aún recuerda ese primer beso bajo la lluvia, primero, pero no último, por supuesto que no el último, luego siguieron muchos más, algunos más pasionales que otros, algunos más calmados pero todos llenos de amor y sentimiento, pero ahora que tiene, soledad y frío, no un frio físico, sino uno emocional, incluso a veces cree que hubiera sido mejor haber muerto para dejar de sufrir y reunirse con su familia y con ella, pero ni siquiera tenía la fuerza como para hacer eso ahora, a veces piensa, ¿cómo hubiera sido la vida si ella estaría aquí?¿estarían juntos?lo más probable es que sí, ya que si no hubiera sido por eso, si ese maldito demonio no se la hubiera quitado, se hubiera quedado a su lado para siempre, realmente la idea de pegarse un tiro a veces era tentadora, porque, ¿que es la vida comparada con la muerte si con ella te reúnes con la persona que amas? Nada, para él por lo menos ya no tenía sentido, el está vivo, sí, pero no es lo mismo estar vivo que vivir, y él definitivamente ya no quiere vivir, pero hizo una promesa, no sólo a Sabito sino que a Tanjirou también, prometió que pese a lo que pase, no se daría por vencido, suspira, a veces realmente odiaba a ese chico.

Actualmente está en el mar, mirando las olas en calma, ¿a dónde fue la suya? Lleva su espada consigo, y se sienta en la arena, solo mirando, al mar y su infinito, no puede llorar, no se puede permitir llorar si el no hizo nada para evitarlo, se acerca al agua y se queda ahí parado.

—Creo que ya nada tiene sentido—

—¿Porqué lo dices?—

—No lo sé, porque realmente nada importa—

—Si pero ¿por qué?—

—Ya te dije que no lo sé—

—ahh—oye un suspiro—siempre igual de terco Tomioka-san—

—¿eh?—y reconoció esa voz—¿Shino...bu?—

—Hola, tanto tiempo Tomioka-san, ¿o debería decir Giyuu-san?—

No reacciona, sólo la mira, como si viera su vida en ella, como si en cualquier momento se fuera a ir, como ya lo hizo una vez, y la abraza, no sabe porqué está allí, con él, pero la abraza, aunque fuera una ilusión, sólo quiere sentir su calor aunque sea por última vez.

—Ya, ya—dice dándole palmaditas en la cabeza—ya pasó—.

Agua salada, como la del mar a su alrededor, cae por sus mejillas, porque ella está aquí, se aferra a ella como un niño a su madre, y junta sus labios con los de ella, y se desbordan sus sentimientos, como las olas del mar, chocan en la arena.

—¿Debería decir lo siento?—

—Por... favor, no, no te disculpes, fue
..... mi culpa, por no... estar ahí para tí—
—Descuida Tomioka-san, no fue tu culpa, aquel demonio, que mató a mi hermana, tenía que vengarla—

—Pero porqué me tenías que dejar, te....te necesito, aquí, con....migo—

—Lo siento, pero era la única manera, a mi también, me gustaría estar contigo, pero ya no puedo—

—Por....favor—dice sin dejar de hipar, mientras sus orbes azules siguen desbordándose en lágrimas— No....te va...yas, por favor, Shinobu—

Ella comienza a secarle las lágrimas, sin deshacer su abrazo—Siempre estaré contigo, talvez no físicamente, pero siempre estaré ahí para tí, cuidándote de que no hagas alguna tontería—

—Pero...—

—Ya está —dice al terminar de secar las lágrimas— No estés triste por mí, sabes que aún hay gente que se preocupa tí, como por ejemplo Tanjirou y Nezuko, como siempre te decía, prueba sonreír, no solo para ellos, sino para tí, y por sobre todo para mí—

—Pero ya no puedo sonreír si no estás conmigo—

—Lo siento, Giyuu-san, pero me tengo que ir—

—¿Qué?—

—Sólo vine a despedirme, bueno, más que una despedida es un hasta luego, te amo, Tomioka-san, nunca lo olvides—

—Yo también, yo también te amo, Shinobu—

—Antes de irme, quiero decir gracias, gracias por darme la oportunidad de ser feliz, aunque sea por un breve momento, y por cierto, estás mucho más expresivo que antes—

—......—En su cara, sólo se veía reflejada tristeza, sólo tristeza pura, por ella de nuevo partiría

—No estés así, te prometo que algún día volveremos a estar juntos—

—........,está bien—

—Y recuerda, nunca está de más  sonreír—

—¿me juras que volverás?—

—Te lo juro con todo mi corazón—

—Enton..ces, entonces es un hasta luego—

—Sí, cuídate, cuídate por mi y por ellos, Giyuu-san, hasta luego—

Y en ella se forma una sonrisa, una sonrisa real, porque  ahora ya no puede fingir, y con esa sonrisa se va, dejándolo sólo, mientras se va caminando, en el agua en el mar en calma, y finalmente él estuvo en calma nuevamente, porque la vió, la sintió, y por ella, mantendría esa calma, con una sonrisa en su rostro, su mano en el corazón, y su mirada en el cielo, esperando encontrar pronto, porque como dijo ella, no es un adiós, es un hasta luego.