II Calma

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Tres meses, si tres meses han pasado desde que fue a esa misión con Shinobu, no han habido grande cambios pero si uno muy importante

—Tomioka-san, has estado más callado últimamente,¿acaso ocurrió algo malo?— Algo malo, no sabía si podía denominarlo como algo malo, pero si como algo repentino, pero para entender que pasa, hay que recapitular.

Aquella noche en la que Giyuu y Shinobu, bueno más Giyuu, venció al demonio, que capturó a Shinobu, esa vez fue la primera vez que vio una sonrisa genuina por parte de Shinobu, lo que provocó un sentimiento extraño por parte de él, al principio lo ignoro, ya que según el, sólo fue la confusión de ver a Shinobu sonreír de verdad, pero con el tiempo cada vez costaba más trabajo ignorarlo, pero no quería admitir lo que pasaba, ya que desde que la salvó de las garras de aquel demonio, una extraña atracción comenzó a surgir, atracción que con el tiempo se convertiría en algo más

—Responde Tomioka-san, es que acaso no ves que es molesto que no te contesten?—

—Nada, no ocurre nada—

—Bueno, tampoco es de extrañarse que no hables ya que siempre eres como una roca—

—¿cómo?—

—Ya sabes, siempre molestando en medio del camino, no se si te lo había dicho pero hay muchas personas que te desprecian e inclusive te odien—

Tan así era, el era consciente que su actitud solía espantar a algunas personas, pero nunca creyó que lo llegarán a odiar, lo peor de todo es que Shinobu sin ser consciente, lo lastimaba, le hacía daño más de lo que pensaba.

—¿Y que hay de tí?—

Y nuevamente fingiendo una sonrisa preguntó—¿que ocurre conmigo?—

—Tus palabras, no sabes medirlas y a veces puedes terminar dañando a las personas—

—¿y a qué personas te refieres?—

—No lo sé, hay muchas en este mundo.—

—¿No me digas que es a tí?—

—.........—

—Guau, nunca creí a Tomioka Giyuu dañaría con mis palabras—

—Nunca dije que era yo—

—Es un buen punto, pero aunque no seas tú, no me importa mucho realmente, además a la única persona que odio eres tú—

—mm, me voy—

—¿A dónde?—

—A entrenar, nos vemos—

No, no iba a entrenar, el se quería alejar y estar en calma, consigo mismo, ya que a la chica que ama, si leyeron bien, la ama, lo trata como si fuera basura, claro ella no lo sabe, como siempre, nunca está al pendiente de sus sentimientos, él sólo sigue corriendo, hasta que llega a un pequeño estanque, ve el agua, y le gustaría ser como ella, estar en calma, y no lamentarse de sus sentimientos, sus pobres sentimientos  que creía él, no correspondidos. Y se quedó ahí, contemplando el agua hasta el anochecer, hasta que sintió un presencia.

—Con que aquí estabas ¿eh?—

—Que quieres—

—¿Sabes que te estuve buscando toda la tarde?—

—Para qué—

—Para terminar nuestra conversación

—¿Para eso viniste?, Ya no hay nada de que hablar, adiós—dijo Giyuu para luego pararse del suelo y comenzar a caminar.

—No espera, todavía queda algo de que hablar—

—¿qué cosa?—

—Sobre tus sentimientos hacia mí—

—No hay ningún sentimiento de mi hacia tí—

—Lo estás negando—

—No puedo negar algo inexistente, y con o sin tu permiso, me marcho— Concluyó Tomioka, dejando atrás y sola a Shinobu

En realidad Shinobu tenía la vaga esperanza de que Giyuu dijera algo más, algo que la tranquilizara, pero no, el simplemente se fue, dejándola atrás, como siempre, aunque admite que igual tiene la culpa, por tener esa actitud frente a él, pero es que no lo puede evitar, ya que siempre la ignora cuando trata de ser amable, sólo llama su atención cuando lo molesta y lo trata de hacer enfadar, pero estos últimos meses, no ha dado resultado, ya que el se va antes que empiece a hablar y cuando hablan, sólo es un monólogo por parte de ella, a veces le gustaría volver en el tiempo, cuando se conocieron, para así formar una relación a base de amistad y "buenas vibras", y así, talvez, el no sería tan cerrado a ella y a todos a su alrededor, ya que cuando habla con el, siente como si le estuviera hablando a una roca. Cuando la salvó de ese demonio que la hizo recordar a Kanae, se sintió en calma, una calma que sólo el pido proporcionar, y sólo esa vez, se permitió sonreír con sinceridad, nada de muecas, solo una sincera y tenue sonrisa, se sentó, y al contemplar las tranquilas aguas, pensó sobre sus sentimientos, que era lo que realmente sentía hacia Giyuu, que, cuando está junto a él, aunque odie admitirlo, está en una completa calma.

Cuando decide devolverse a su casa se va juntos con sus sentimientos admitidos, porque con el paso del tiempo, Tomioka Giyuu dejó de ser simplemente un compañero de ella, se volvió algo más ,claro que el no lo sabe, es como un bucle sin fin, están enamorados, pero no confiesan sus sentimientos, por miedo a que como han ido las cosas entre los dos, el otro lo rechace, al aclarar sus sentimientos, Shinobu finalmente, logra estar en calma, una extraña calma que hace mucho tiempo no sentía, y que la última vez que la sintió, fue cuando el la salvó.

Calma (GiyuuShino)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora