Capítulo XXX

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-Me despierto y miro a mí alrededor- ¿D-donde estoy?, Anoche estaba en mí cuarto. . .

Franco: -Abre la puerta de la sala de entrenamiento- ¿Tan mal estabas anoche para llegar aquí?

-Me levanto débilmente- No lo entiendo. . . Pero si me desmaye en mí cuarto. . . ¿No?

Franco: Lastimosamente si, pero de allí sonámbulo llegaste aquí y empezaste a entrenar no parecías sudar o cansarte estabas en esto de éxtasis mientras estabas en combate a máxima dificultad, sabes bien que esa dificultad se desbloquea. . .

Si. . . Estando al borde de la muerte. . . Es sobre humano el poder que se requiere ni un mago, o niño maldito que allá visto ah podido sobrepasarlo -Me acerco a el y siento como poco a poco mis energías vuelve- Dime ¿Acaso activaste el campo de recuperación?

Franco: Si, me daba algo de cosa dejarte así sin más, aparte si no te mejoras rápidos estaremos débiles -Me mira mientras su mirada refleja inseguridad-

-Le miró- ¿Que fue lo que pasó ayer?. . .

Franco: Ven, -Salimos de la Cámara de entrenamiento, al salir llegamos a una parte del bosque cercana por donde llegamos a donde nuestro combate de allí nos sentamos en unas rocas- Bueno. . . Del cielo bajo una chica de baja estatura. . . Al principio no le tomamos importancia, pero hubo una interferencia, esto provocó que todo se apagará por unos minutos en todas las pantallas aparecía un símbolo. . .

-Interrumpo- ¿Disculpa como era el símbolo? (Por favor que no sea, que no sea) -Le miro algo inquietó-

Franco: Era un corazón, atravesado por dos espadas. . .

Mierda. . . -susurre mientras miraba el cielo- Qué más pasó

Franco: De la nada empezamos a escuchar explociones, al salir ella estaba usando cohetes por lo que parecía. . . No pudimos identificar si era magia o armamento militar

Esta bien -Le doy una leve palmada en la espalda y me levanto- Esa chica vino por mí, desgraciadamente no estaba presente

Franco: ¿Como estás seguro? -Se levanta junto conmigo- No lo sabes si no la has visto

Su logo, ese logo no es uno que represente a alguna corporación o algo de alto rango con ese armamento o poder, sea como sea se que las dos espadas soy yo, acaso. . . -Me quedó callado-

Franco: Parece que alguien te quiere matar en tu mismo juego. . . -Empieza a caminar- Tienes enemigos en todos lados ¿eh?

-Le sigo, y me mantengo a su lado- Supongo, pero a ella no la recuerdo bien, o almenos no me suena

En una isla apartada de todo

Raquel: ¿Habrá entendido el mensaje mí chico?

Víctor: Dirás tu juguete -Se arregla la corbata, mientras toma sus dos espadas y las enfunda- O ¿Acaso sientes algo por aquel perdedor?

Raquel: ¿De el?, No me hagas reír fue tan divertido jugar con el por tanto tiempo -Rie un poco hasta que se para de lo que parece un tronó, y se acerca al chico abrazándolo por la espalda- Después de todo pensó que quería su ayuda

Víctor: Pero lo que tú realmente quería era alguien que de encargará de tus placeres

Raquel: -Rie levemente para luego poder el cuello de su chico- Claro que si, después de todo solo tú puedes complacerme y ya va siendo hora de romperlos de una vez por todas ¿No crees?

Víctor: Déjalos ser, de momento tienen que derrotar a 3 o convencerlos del cambio a que todos seamos iguales, si no lo hacen tendrán que entrar en guerra, tenemos que intentar que estén débiles para dar el buen golpe final

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