Stay With Me [HunHan] Omegaverse

Capítulo 1: La Ironía del Destino.

Sehun suspiró una vez más, aunque el viaje en avión había durado poco al bajarse en el aeropuerto había subido a otro vehículo que lo llevaría a la ciudad, realmente deseaba estirar su cuerpo y correr libre por el hermoso bosque. El solo pensar que tendría que hospedarse por una semana en un hotel porque el Líder de la manada de Incheon había postergado su encuentro lo tenía de mal humor, el alfa era partidario de no alejarse demasiado de su hogar.

Oh Sehun, como miembro del Concejo Lobuno de Seúl, con su cargo de "Pacificador" era el responsable de los tratados de Paz de la manadas, justamente por eso había viajado a Incheon, quería firmar un tratado con el Alfa HyungJin que uniría a ambas manadas, los beneficios serían enormes.

Pagó al taxista y salió del auto con el portafolio negro y el abrigo en mano, sí, no llevaba nada de equipaje; resulta que a Jongdae se le había "olvidado" avisarle del cambio en la agenda del Alfa HyungJin y ahora el menor de los Oh se veía obligado a salir de compras, cosa que no le gustaba, porque no podía utilizar la misma ropa durante toda la semana.

Cuando entró al enorme hotel se dirigió hacia la recepción, la joven beta le atendió con mucho gusto y no dejó de coquetearle durante el poco tiempo que hablaron. Sehun obtuvo la tarjeta de la suit presidencial y subió al elevador rápidamente, necesitaba una ducha con urgencia.

Ya en la habitación se despojó del elegante traje de negocios y tomó una rápida ducha fría. Mientras se bañaba recordó que no había llamado a Chanyeol para informarle de su paradero, aunque no era como si estuviera obligado a hacerlo, el pelirrojo no era su niñera ni nada de eso.

Tenía planeado dormir un poco, pero el rugir de sus tripas le hizo saber que si no se alimentaba pronto la bestia en su interior no le dejaría descansar.

Colocándose el pantalón y la blanca camisa salió de la habitación rumbo al restaurante para comer, nunca imaginó que se encontraría con un viejo amigo en aquel lugar.

[...]

Hoy, como todos los días de su larga existencia, se encontraba el vampiro podando las plantas del jardín, contemplando la belleza de sus flores mientras las regaba, y no es como si él estuviera obligado a hacerlo, había varias jardineros que se encargaban de ello, pero aquel lado del jardín era solo suyo y Luhan no dejaba que nadie se acercara a él.

Después de terminar su trabajo de jardinería se quitó los sucios guantes y cortó algunas rosas para adornar la mesa, no le importó que las espinas se clavaran en sus dedos haciéndole sangrar, sonrió al ver la roja sangre manchar su blanca piel y dejó que algunas gotas creyeran sobre los pétalos de las rosas haciéndolas cambiar de color, el puro blanco se tornó carmesí y el vampiro estuvo satisfecho con el nuevo color.

Entró en la mansión y buscó un jarrón para colocar las bellas rosas, se verían muy bien en medio de la enorme mesa con todos los deliciosos platillos a su alrededor.

— Joven Xiao, otra vez está perdiendo el tiempo, su padre dijo que...

— No me importa lo que haya dicho mi padre, si tanto quiere que le ponga atención a los deberes que venga él en persona a tutorialme. —le contestó al mayordomo y subió las escaleras hacia su habitación.

[...]

Cuando el reloj marcó las doce Sehun se sentó en la cama, había estado dando vueltas entre las sábanas sin poder conciliar el sueño, otra vez añoraba su hogar, el fresco aroma a lavanda de su cama.