Stay With Me [HunHan] Omegaverse

Capítulo 7: Luchando contra sus miedos.

Las palabras de su compañero golpearon fuerte al Alfa, los latidos de su corazón se aceleraron a la vez que un agudo dolor se instalaba en su pecho. La horrible verdad se mostraba ante él tan simple y desnuda, enfrentándolo sin temor, sin embargo él no podía hacer lo mismo, no era tan fuerte como para aceptarla, no podía aceptar que su otra mitad, la persona que amaba era quién se había llevado lejos a su familia, a sus padres. No podía aceptar que su Luhan era el asesino de aquellas almas tan puras, porque si lo aceptaba la cruda realidad lo envolvería.

Sehun había prometido, ante la tumba de sus padres, vengar su muerte. Sehun había discutido con su hermano mayor hace dos años atrás por defender a Baekhyun, el compañero de su mejor amigo, primo y Alfa Líder, había cuestionado la actitud de Junmyeon al verlo tan normal, como si no hubieran sido los vampiros quienes le arrebataron a su familia, entendía que Baek no tenía nada que ver con lo que sucedió hace tantos años atrás, también sabía que su hermano estaba casi o más quebrado que él, sobre todo por la muerte de Tao, aunque Luhan no era culpable de ella. Sehun le había prometido a su hermano llevar a cabo una venganza, le había pedido a Chanyeol ayuda y este había aceptado acompañarlo en su búsqueda.

¿Ahora qué haría? Como el hombre orgulloso y respetable que era, jamás rompería una promesa, como Alfa vinculado a su otra mitad, jamás le haría daño a su compañero, pero eso no significaba que otro no intentaría llevar a cabo la venganza que él no podía hacer. Estaba entre la espada y la pared.

Entonces las preguntas se formulaban en su mente, ¿realmente era capaz de perdonar a Luhan? ¿Seguiría a su lado después de recibir un golpe tan fuerte? ¿Cómo iba a besar y adorar al asesino de sus padres?

También recordó la promesa que él y el vampiro habían hecho cuando su unión estuvo completa. Le había prometido estar siempre a su lado.

El peso de sus palabras derrumbó la poca cordura que le quedaba. Sehun no podía enfrentar la situación, no quería enfrentarla. Tenía miedo de tomar la decisión equivocada, temía perder a su hermano y amigos, temía perder a su alma gemela, las promesas que hizo se paseaban por su mente volviéndolo loco. ¿Cómo podía cumplir con una promesa sin romper otra? Era imposible y el pelinegro simplemente se rindió, no queriendo estar en aquel lugar, se dejó caer en una profunda oscuridad que lo envolvió por completo.

Luhan sintió cómo el aura de su pareja cambiaba varias veces, la tristeza y la ira reinaban en su interior y el pelinegro luchaba contra ellos, a la vez que intentaba no dejarse llevar por la locura. El vampiro sabía que su oscuro secreto le costaría, pero pensó que si se enlazaba a su destinado antes de que este saliera a la luz, podría mantener al chico a su lado, podría evadir el dolor que sabía que algún día le atacaría. Pensó que a pesar de los errores de su pasado podría ser feliz junto Sehun, porque para Luhan el pelinegro fue un regalo del destino, aunque ahora se había vuelto más una prueba. A través del enlace el castaño leyó los pensamientos del Alfa, y se sintió horrible al saber que el dolor que tanto había evitado, ahora dañaba la mente y el alma de su destinado.

¿Qué podía hacer? ¿Pedir perdón? Ya lo había hecho. ¿Salvar a Sehun de la agonía que él mismo había provocado? Podía intentarlo, pero era el cambiaforma quién debía tomar una decisión en la que el vampiro no podía intervenir. ¿Su vida estaba en las manos de la persona que amaba? ¿El final feliz de los cuentos de hadas no sería posible para ellos? ¿Se volverían a encontrar en sus próximas vidas? Luhan se había imaginado la elección del pelinegro, el vampiro se había preparado para recibir el castigo, si la muerte debía llegar a él entonces no huiría de ella, lo que le dolía era saber que arrastraría a Sehun con él.

Sehun avanzó hasta el vampiro mayor, sus garras salieron, sus colmillos se alargaron, la transformación estaba a medio camino, eso fue lo que pensó Luhan al ver en los ojos del hombre a la bestia que yacía en su interior. El lobo le juzgaba, tan dolido como el humano. El vampiro sintió su alma quebrarse. Era un egoísta, un monstruo. Se había prometido no dañar a nadie más, y ahora estaba lastimando el corazón de su persona más querida.