Podría Ser Mi Hija[Harry & Tu][Hot][Adaptada](EDITANDO)

[Capítulo 36][Podría Ser Mi Hija][Harry & Tu]

- ¿Lista?- pregunto Harry a la vez que se ponía la mochila que había preparado.

- Sí. Pero me podrías explicar porque nos tenemos que ir.

- en el avión, creo habértelo ya dicho.- menciono con un poco de mal humor.

- si no me dices ahora yo no me voy contigo ni a la esquina a comprar un helado de treinta centavos.

- Simple, si te quedas aquí corres peligro, y lo mejor para ambos es que estemos juntos.- apago la suave luz que alumbraba mi cuarto y se dirigió la ventana por donde se metió anteriormente.

- Por favor con más detalles.- dije firme y sentándome en una esquina de mi cama.

- ahora lo menos que quiero es discutir contigo, y no te sale el rol de "chica difícil".-

- Si me sale o no ese no es punto de esta conversación, explícame el porqué de tener que irnos.- esto ya me estaba enfadando.

- en el avión.

- ¡¿y a donde mierda vamos a ir?!- grite levantándome y llegando a su lado.

- Habla más bajo, si tu madre se despierta estarás en serios problemas.-

- Estoy en mi casa, hablo en tono que quiero y tú, un simple desconocido, no me lo va a impedir.- esto estaba a un paso de convertirse en una discusión de alto calibre.

- ¿un desconocido?, no sabía que eras una puta que se acuesta con cualquier desconocido que le dice unas cuantas palabras bonitas y le toca el pelo.

- Puedes pensar la mierda que quieras, pero te aseguro que una puta es lo menos que soy.- masculle

- A la hora de habernos conocido ya podía tocar tus pechos y tú no pusiste ninguna resistencia, ¿Cómo se les llama a ese tipo de mujeres?- pregunto con ironía

- imbécil. -Respondí

- Imbécil duele menos que puta, eso te lo aseguro.- menciono fría e hirientemente

El ambiente se puso tenso. Admito que te digan puta duele, no pensé que tanto, pero viniendo de una persona con el carácter de él, doler es lo menos que siento, porque la desesperación, vergüenza y el cuerpo helado eran los que reinaban.

- y te quieres escapar con esa misma puta, te contradices tanto Styles, que en muchas ocasiones se me hacía imposible entender tu comportamiento, pasábamos un momento increíble, sin discusiones ni malos tratos, pero luego te trasformabas y eras el hombre más cruel, hiriente y sin sentido que en mi vida conocí. Pero después como buen bipolar que eres, venias decías unas cuantas palabras bonitas y me tocabas el pelo.-repetí la misma frase que uso.- y yo tenía que caer. Pero siempre fue lo mismo. Creo que la única vez que no peleamos eran las veces que teníamos sexo.

- ten treinta y nueve años, cinco hijos, una esposa muerta, una demanda de paternidad doble y aun idiota detrás mío que lo único que quiere es verme muerto. Y luego cuando quiero olvidarme de todos ellos tú te comportas como cualquier adolescente, creí que eras más madura como para afrontar seriamente una relación de pareja.

Lo único que quería era pegarle una fuerte bofetada en la mejilla para que callara de decir tantas cosas que me herían, pero sabía que al ser impulsivo yo terminaría mucho pero, psicológica y físicamente.

- ahora no quiero escuchar que te arrepientes de lo que aremos ahora. Ya no hay vuelta atrás, nos vamos a Pakistán.- dijo firme y dejando nuestras postura cara a cara volvió a la ventana y paso una de sus piernas y me quedo mirando.- vamos.- dijo firme.

- ¿sabes cómo andan vestidas las mujeres en Pakistán? Con suerte se le ven los ojos.-

- no creo que andes con esa vestimenta, con lo poco y nada que saldrás.

- Me tendrás como una esclava.- mencione con ironía.- así me dan cada vez más ganas de irme contigo.

- en Pakistán tengo casa, y es uno de los pocos países que aceptan la pedofilia. Ahora ponte el poleron porque al temperatura esta baja y no quiero que te enfermes.- ahora es cuando saca su lado protector.

- no te enfades. Pero esta relación no tiene futuro.- me volvió a sentar en mi cama pero esta vez en la parte superior.

- claro que tiene fututo. Si nosotros dos queremos que así sea, esto no terminaría nuca.

- pero no sé qué es lo que en realidad quiero. Me das miedo, me dan miedos tus reacciones, tus palabras, eres muy hiriente. Y aunque me hago la fuerte sé que al mínimo toque estaré llorando como estúpida.

Vi por el rabillo de mi ojo que pasaba su pierna sobre el marco de la ventana para estar completamente en la habitación. Se acercó a mí y yo al tener la vista en el suelo se incoó y tomo mis manos como si estuviera a punto de decirle a una niña pequeña que su mascota falleció

- no hagas esto, no ahora cuando menos necesitamos problemas entre los dos.

- ¿Para qué quieres que vaya contigo a un país que no me gusta y según tu solo te doy problemas?- pregunte bajito.

- Porque lo que siento por ti está al borde de convertirse en una obsesión, una seria pero sana obcecación.- murmuro cerca de mis labios-

- pero las obsesiones no son buenas, en ningún sentido, y es mejor que tú te vayas a Pakistán o a cualquier otra parte y yo me quede aquí, y todos felices.-

- todos es mucha gente y creo que yo estoy entre ellas y no estaría feliz si me tuviera que ir de tu lado, cuando estoy al lado tuyo siento que tengo el deber de irme porque te puedo causar un daño que te aquejara por el resto de tu vida pero luego, te miro a los ojos y quiero imaginar que ese daño lo podemos pasar juntos.- no sé de qué está hablando.

- ¿Puedes ser más claro?- le pedí.

- Nunca use condón.- respondió con media sonrisa que odie.

- ósea que yo podría...

- si mi amor, podrías estar embarazada, pero no es seguro.