NieYao One Shots | Mo Dao Zu Shi

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Nunca supo cuándo comenzaría.

Cuándo terminaría.

Se siente tan gélido, es difícil saber si está dormido o sumergido en una tortuosa oscuridad. Él tiene miedo porque todo es tangible, tanto que no puede respirar, le aprieta tan fuerte que parece romper sus huesos en una demanda silenciosa, arrastrándolo más, hasta que no sea capaz de levantarse. Es una sensación amarga la que no lo deja dormir cada día, hace sudar su piel, le hace llorar en cada rincón.

Su pecho quema, arde, duele, ¿Por qué duele tanto? ¿Por qué está temblando? ¿Es así la debilidad? ¿Es como comienza? ¿Cuándo termina?

¿Cuándo?

¿Qué es realmente?

No puede encontrar las palabras, se mira al espejo, vejado por el mal sueño, el insomnio, el dolor de cabeza, marcado en la profundidad de su ser. Ni siquiera puede combatir consigo mismo, derribar la tristeza airada, el grito, el dolor otra vez...

"ChiFeng-Zun"

Desdicha compañía. No es él.
Es la soledad.

¿Así que eso es?

"Hoy pensé en..."

Todo era latente, improbable, un tinte cálido, como un azafrán esparcido por el cielo de la tarde.

"¿Qué pensaste, Meng Yao?"

Nada.
Nada que merecíera escuchar.

Y como en muchas ocasiones, sus labios se sellaron ataviados con un nuevo tinte más sugestivo sobre sus pómulos que el etéreo mismo.

La probabilidad era improbable.

Nunca supo cuándo comenzaría, cuándo terminaría, pero era palpable en todos sus sentidos.

¿Es el amor?

Aún estaba demasiado lejos de poder completar la frase y su corazón dolió al recordárselo, dolió y dolió, seguía doliendo y siempre dolería.

Hoy. Otra vez pensó en la probabilidad de perderlo.

Por segunda vez.

Hoy, siente que es una revelación recóndita sin suma relevancia, sin sentido, es una locura que envuelve sus huesos y arde en sus ojos.

"ChiFeng-Zun, hoy pensé en la probabilidad de perderte"

Dice, sin ser sardónico, su rostro tan enfermizamente pálido similar a quién tiene en frente.

"No puedo evitar tener miedo de perderte"

¿Y es aquí dónde termina?

ChiFeng-Zun nunca fue suyo, después de todo.

La amarga sensación jamás lo abandonaría, ni la soledad, el arrepentimiento, ni el escozor de su corazón por la poca mesura de sus acciones.

Y como siempre, parece esclarecer y sus ócelos se argentan. Cae de nuevo en el miserable ciclo.

Mientras llora en silencio, sonríe condescendiente, una sonrisa vieja que antes compartió, cierra la cortina y se voltea.

Vuelve a su cama y otra vez está ahí, oscuro, sin poder respirar, se asfixia, su cuerpo duele, es jalado hacia el crepúsculo.

"Llévame contigo para no sentir que te he perdido"

Nunca supo cuando comenzaría.

Cuándo terminaría...

Ese montón de sensaciones.

Su vida tenía que acabar en las manos frías de Nie MingJue, incluso, en sus más profundas pasadillas donde siente sus huesos romperse, la ausencia del aire y el hielo de la oscuridad.

Nunca supo cuándo terminaría, pero sí cómo.

Nota: He escrito este corto porque me puse sad y pues, no sé si tendrá sentido porque son las tres de la mañana.

De paso quiero avisar que pueden entrar a ver la #NieYaoWeek2019 en Twitter, por si interesa. 💚💛