ADVERTENCIA: Esto puede ser muy azucarado y occ.
Cubierto en una pequeña manta y aún en su pijama, Meng Yao ingresó cauteloso a la acogedora oficina que había en casa, dónde vio a Nie MingJue de pie hacia la ventana entablando una conversación por teléfono y el chico al escuchar asumió que se trataban de negocios. La llamada llevaría un buen rato, por lo que a él no le quedaba más remedio que esperar disposición.
Al colgar, Nie MingJue se volteó para ordenar los papeles que habían sobre su escritorio y en eso se percató de su chico parado en el umbral.
—¿Qué haces todavía en pijama? —Pregunta en un tono suave, volviendo a los papeles, guardándolos dentro de una carpeta.
Meng Yao avanzó, sonriendo quedo, se ubicó al lado del otro hombre y observó qué tanto hacía ahí en su escritorio, tocando o leyendo los papeles. Nie MingJue lo observa silencioso y no pude evitarlo, siempre logra derretirse con esa mirada candorosa, las pestañas largas y mejillas ligeramente coloradas, porque además hacía frío.
Despejó un mechón de su rostro para colocarlo detrás de su oreja y así llamó su atención, cuando Meng Yao le dirigió la mirada, él aprovechó para besar su frente—. Hace frío, abrígate un poco más.
—¿Tienes una reunión hoy? —Pregunta Meng Yao.
—Sí, hace poco estaba conversando con un socio fuera de la región. —Tomó asiento y se reclinó en su silla, girándose ocioso hacia los lados por unos segundos—. Tú ya deberías saberlo, lo anostaste. También hoy por la noche es la fiesta de bienvenida para las empresas que nos visitan.
Palmeó su pierna, llamando a Meng Yao a sentarse en ella y él lo hizo.
—¿Crees que fue una buena idea? —Inquirió el joven, inclinándose sobre el amplio cofre mientras el mayor acariciaba su cintura—. Fue idea mía...
—Bueno, creo que te emocionaste demasiado, pero está bien.
Meng Yao tensó los labios.
—Vamos a ir. —Le propone Nie MingJue, casi canturreando y Meng Yao vuelve a sonreír dulce, sin embargo, no cree que sea posible ir.
—¿No te molesta si no asisto?
Nie MingJue pasa a mirarlo inquisitivo.
Meng Yao continúa.
—Me vas a cambiar por tus socios y yo de tu empresa no conozco a nadie, más bien, creo que no le agrado a la gran mayoría.
—No voy a dejarte solo aquí. —Besó su mejilla, casi tiernamente, por si así podía incitarlo—. Eres mi secretario, no puedes faltar.
Meng Yao negó, juguetón—. Quiero quedarme en casa, además, el clima es pésimo, ya me estoy enfermando.
—Excusas, excusas. —Se burla Nie MingJue—. ¿Entonces qué? ¿Tampoco piensas acompañarme a cenar luego de la fiesta?
—Excusas, excusas. —Repite Meng Yao, ameno.
—Está bien. —Se rinde—. No me molesta si te quedas.
Meng Yao le dio un pequeño beso en los labios y luego sonrió—. Lindo.
Durante la tarde Meng Yao veía la televisión en la sala, recostado en el sillón con una almohada sobre el estómago y por supuesto, aún en su pijama. Hacía frío, pero eso lo contrarrestaba con unos abrigadores calcetines que tenían la imagen de un tierno zorro, más la calefacción estaba encendida, así que todo se hallaba bien, no pensaba levantarse.
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NieYao One Shots | Mo Dao Zu Shi
ФанфикNo hay suficiente NieYao en esta vida. Por favor, si la pareja no es de tu agrado ignora esto y prívate de comentarios peyorativos. Contiene muchas cosas... o planeo hacer muchas cosas.