Capítulo 4

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Cuando llegaron a casa después de un taco horriblemente largo, los ojos de Chittaphon se posaron inmediatamente en una persona. En Johnny, que ya estaba sentado tomando once con sus propios padres y sus tíos. Todo parecía normal, no había una tensión eléctrica en el aire, como la calma antes de la tormenta. Así que después de observarlo unos cuantos minutos. Chittaphon se dispuso a saludar a su papá que no lo había visto en todo el día.

Tomó a Doyoung de la mano, lo dirigió a un asiento y se sentó junto a él.

Johnny no le dirigió palabra ni mirada, en cierta forma se sentía a salvo, aunque a su vez esto lo hizo cuestionar sobre sentirse bien o sentirse muy mal por la obvia indiferencia a la que estaba expuesto. Pero al tener mucha hambre decidió que lo mejor sería fijar su vista en la comida y no apartarla de ahí hasta haberla terminado, la tarta estaba exquisita y con el café era el paraíso.

***

Al llegar a su pieza que antes era personal, ahora para su desgracia; bipersonal. Observó como una cama intrusa yacía instalada, demasiado grande aunque muy hermosa en realidad. Le dio envidia, envidia de la mala, con decir que si entrara un perro y lo orinara, Chittaphon haría nada por la bonita cama más que reír un buen rato. De hecho, deseo buscar el mismo algún perro que anduviese dando vueltas, para darle agua y que la naturaleza animal hiciese lo suyo.

Quiso arañar las almohadas y desarmarla entera, pero mejor se dispuso a ordenar un poco la ropa que estaba tirada en una silla. No se dio cuenta cuando Johnny se fue al baño, colocó su pijama y se acostó. Lo miró de reojo con curiosidad ¿En verdad se iba a quedar sin hacer nada? ¿Era ese tipo de persona?

Ordenó lo último y como no había hecho nada que considerara peligroso hacia su persona, levantó el cubrecama y se metió. Gritó cuando tocó algo con sus pies. Y gritó más fuerte cuando se dio cuenta que era una araña.

El bastardo no estaba durmiendo y no paraba de reírse, el muy maldito había puesto una araña de juguete. Retiró al instante lo que pensó, no era falsa, era real, se movía.

Lo miró cuando estaba levantándose de su cama ¿En qué momento se había sacado la parte de arriba? Movió su cabeza en negación, eso no era lo importante en este momento, ni en ningún otro. Tomó la araña y le pregunto tontamente — ¿Le tienes miedo?

—No, adoro que mi garganta se ponga fea gritando porque la encuentro linda.

—Bebé— Acarició a la araña que amenazaba la vida de Chittaphon —Espero que no te haya hecho mal escuchar a esta niñita.

— ¿Bebé?— ¿Le dijo bebé a la araña? pero lo que lo enfureció aún más fue — ¿Niñita?

—Sí, es mi mascota. Y si también, gritas como una niña —Dijo con aire de suficiencia.

—Agradece que eres mi primo porque si no te echo a patadas de aquí y de mi linda vida.

—Lastima, no puedes hacer eso, somos familia te guste o no. Aunque yo sea mucho mejor que tú y no quiera estar relacionado contigo, la sangre manda.

—Infeliz.

—Idiota.

—Estúpido.

—Niñita.

—Jirafa andante.

—Veo que te has juntado lo suficiente con la diva— Chittaphon estaba más que seguro que sabe cómo le dicen a su hermano y lo peor de todo es que parece no importarle.

Lo miró con odio mientras aún permanecían de pie, Chittaphon por miedo a que hubiera algún otro bicho raro y Johnny porque mimaba a su estúpida araña. Aun así, no podía comprender por qué diablos nadie se había levantado para ver lo que le paso.

Mi primo... el idiota futbolista (JohnTen)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora