Capítulo 3

551 65 2
                                    

Después de escuchar aquello, Johnny abrió los ojos y se rió — ¿Contigo, aquí en tu cama?

Chittaphon se sonrojó tanto que podía sentir cada maldito poro lleno de sangre. Tuvo unas ganas enormes de pegarle en esa boca estúpida con la que ahora no dejaba de sonreír y burlarse.

—Quiero decir en mi habitación, tonto— Johnny volvió a reír, sentándose en la cama. Mirándolo fijamente. Su movimiento provocó que Chittaphon se apresurara a decir —Tu cama llegará dentro de poco.

—Está bien— Chittaphon entrecerró un poco los ojos un ¿Qué? ¿Eso es todo? invadieron su mente. Es que realmente esperaba un; no quiero dormir en la misma pieza que alguien como tú o algo por el estilo.

Lo miró un momento antes de bufar por el ambiente incomodo en el que estaban envueltos de nuevo —Iré con Doyoung —Bajó la pantalla para que se apagara solo.

— ¿Tienes que decir todo lo que haces?— Le preguntó mientras arreglaba las almohadas para apoyar su cabeza.

— ¡Ash!— Cerró la puerta de un tirón y se dirigió al cuarto que ocuparía Doyoung. No golpeó, solo entró — ¿Cómo lo soportas?

—Tennie— Doyoung le sonrió, y a pesar de como lo había llamado no rastreo sarcasmo, solo un profundo cariño —Él es así, se le subió el humo a la cabeza, en realidad no conozco ningún futbolista que sea humilde. Ser tan popular afecta, ya sabes, los siguen como si fueran unos malditos dioses y en algún punto, se creen todo.

—Doyoung ¿Tu como lo haces?

— ¿Yo? Tennie, al principio no fue fácil— Se acomodó para contarle —Johnny recién comenzaba con lo del fútbol e iba a las prácticas, siempre fue muy bueno a pesar de que yo deteste admitirlo, si no quieres que se regodee nunca se lo digas. No quieres que tu ego te afecte aún más ¿Cierto?— Se rió y continuó con la historia —Pronto comenzó ascender y fue llamado por un equipo que no era tan bueno pero que Johnny supo llevar muy bien hasta lograr ganar un campeonato. Los reporteros comenzaron a fijarse en él. Después habló con un técnico que le dijo que lo llamaría, lo esperó tanto que no se despegaba de su teléfono, hasta que un día llegó la llamada de ese equipo.

— ¿El equipo en el que está ahora?

—Exacto— Doyoung comenzó a recordar de nuevo —Los reporteros son cosas serias. Aún recuerdo cuando acampaban en nuestro patio solo para que le diéramos alguna primicia. Pero yo no se lo deje fácil, encendí esas cositas que tiran agua ¿Cómo se llaman? Se me olvidó el nombre, pero bueno, se mojaron los equipos de prensa, pensaron en demandarme pero nunca pudieron probar que fui yo. En todo caso ellos estaban en nuestra propiedad. Johnny se hizo aún más famoso y ahora, es más, no puede andar caminando en la calle sin ropa que lo esconda si es que no quiere correr. Tiene que esconderse bien, muy bien. A mí me seguían de camino a la escuela y tiempo después a la universidad. Yo estaba harto de todo eso, yo no era el personaje famoso en esta historia así que lo único que hice fue tirar a todos ellos a una pileta de por ahí en donde volvieron a mojar todo su equipo. Los amenace diciendo que si se volvían a acercar a mí, no respondería por los daños. Así fui apodado como el hermano Príncipe con complejo de diva— Se rió de su propio sobrenombre —Nunca más me molestaron, es más, siento que yo les infundo miedo. Por eso entiendo que no te lo haya dicho mi tía, es una forma de protegerte.

—Tienes razón, al verlo desde ese punto cobra sentido, pero igual yo puedo guardar bien el secreto.

—Yo lo sé mi primito, ahora tienes que hacerlo. No decirle a nadie porque te meterás en un lío y no quiero que lo hagas, menos por culpa de ese maldito poste andante.

—Es tan pesado, tan contrario a ti.

—Lo es, pero tiene una razón para ser así.

Iba a preguntarle cuando su madre pidió que bajara. Él tomó el brazo de Doyoung para que lo acompañara —Cariño ve y muéstrale la ciudad a tus primos.

Chittaphon observó a Doyoung, quien asintió emocionado. Corrió a su cuarto para encontrar a su lindo primo durmiendo, ocupando toda la cama como si fuera una estrella de mar. Lo tocó pero no despertó, quedó pensando en qué cosa podría hacerle para que saliera de su ensoñación y lo único que se le ocurrió fue tomar un poco de agua y vaciarla en su frente. Pero ni así abrió los ojos, así que prefirió gritarle.

—Johnny, Johnny, Johnny, Johnny...

El susodicho despertó de un salto, enojado y gruñendo — ¿Qué es lo que quieres maldición?— Se limpió con la mano el rastro de agua que quedaba en su cabello.

—Te preguntaba ¿Si quieres conocer esta ciudad?

—No, ahora déjame dormir.

—Podrías ser más amable, somos familia.

—No, vete y déjame dormir.

—Idiota— Tomó el vaso de agua y se lo lanzó a la cara. Bien, tal vez no había sido una buena idea después de todo, porque Johnny lo miró de una manera que decía que no lo jodiera. Por lo que salió corriendo como alma que se lleva el diablo.

Fue a buscar a Doyoung que se estaba alistando aún, lo tomó de la mano y bajaron a pasos veloces — Mierda, mierda, mierda— Susurró cuando vio que Johnny se acercaba. Chittaphon activó su marcha rápida y con Doyoung salieron a la vida, aunque ahora le sonaba mejor y a tono, vale verga la vida.

Ya fuera, suspiró con tranquilidad y le contó a Doyoung lo que había hecho. Él se puso a reír de su hermano de una manera que provocó que las personas los observaran, Chittaphon fascinado lo miró, y no podía recordar desde hace cuánto no se divertía tanto.

***

Chittaphon aprovechó de mostrarle todo lo que había en esa pequeña ciudad. A esa hora varios artistas hacían sus números en la calle y quiso mostrarle algunos. Los miraron un rato y siguieron caminando. Después decidieron entrar a un pequeño museo que se encontraba cerca y cuando Chittaphon vio una cama de clavos dentro de ella, recordó que dormiría en la misma pieza con su primo Johnny. Aunque se rió al recordar su rostro furioso y casi ahogado, también se sentía preocupado. Ahora sí que podría despedirse del mundo que conocía

Doyoung lo sacó de sus pensamientos cuando lo alejó de ahí, salieron y lo acercó a una pequeña heladería de frutas naturales. Cosa que en realidad agradeció. 

Se sentaron en unas bancas de maderas. Recordaron muchas cosas y Doyoung le contó muchas otras. Le encantó rememorar momentos con él y en cierta forma le hizo creer que nunca dejaron de mantener contacto porque parecían ser tan cercanos como hermanos.

Poco tiempo después se les hizo tarde por lo que Chittaphon llamó alchófer para que los fuera a buscar en auto, ya que estaban muy agotados.

Mi primo... el idiota futbolista (JohnTen)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora