Capítulo 7

477 57 2
                                    

Esa noche fue bastante extraña para ambos pero el sueño profundo les hizo muy bien para la resaca. Solo fueron despertados cuando fueron perturbados en la mañana por unos gritos que venían de abajo.

-Chittaphon, Johnny, Doyoung ¡Despierten! Hora de almorzar.

- ¿Almorzar?- Susurró Chittaphon antes de verificar por sí mismo que hora era. Para su sorpresa era bastante tarde, eran la una, nunca había dormido tanto. Busco su celular porque no paraba de sonar, pero no tenía idea en donde pudo haberlo dejado. Se rindió cuando unos brazos lo rodearon.

Sin entender qué pasaba, no quiso mirar porque el miedo llegó a su cuerpo. Algo no calzaba y el hecho de que alguien estaba con él en su cama, lo hizo pensar que quizás aún estaba soñando y todo era parte de su imaginación.

Cerró los ojos por reflejos. Tenía un mal presentimiento -Demonios- Susurró.

No quería saber qué había hecho. No quería saber quién era el que estaba a su lado. No quería, incluso se tapó los ojos con ambas manos. Su acompañante se removió pero no lo soltó.

- ¿Qué hora es?- Fue lo único que preguntó sin tener en cuenta la situación en la estaban ahora, quizás pensando que había pasado la noche con una mujer, quizás pensaba que estaba en su casa o en un hotel, quizás pensaba que la persona a su lado no era alguien de su misma sangre, alguien como su primo y al que supuestamente detesta.

¡NO! Aún no se daba cuenta de lo que sucedía.

Al ver que nadie respondió, Johnny abrió los ojos lentamente.

- ¿Chittaphon?- Johnny al darse cuenta lo soltó.

El aludido lo único que hizo fue rezar antes de sacar las manos de sus ojos para ver la realidad. Pedía con todas sus ganas que esa voz fuera el de alguien desconocido. Que no fuera él, que no fuera parte de su familia, que no fuera su primo.

Pero sus rezos no fueron suficiente, volteo su cabeza y por fin abrió los ojos - ¿Johnny?- Pronunció con miedo y al verlo claramente se cobijó bajo las frazadas, pensando que todo era un mal sueño, que toda era producto de su mente y que aún se tenía que despertar.

Al abrir los ojos nada había cambiado, es más, no había sido una buena idea meterse bajo las frazadas ya que pudo ver la anatomía de Johnny de una forma clara y muy cercana. La desnudez de su primo, hizo que también se fijará en sí mismo, encontrándose en las mismas condiciones. Su rostro enrojeció de golpe y obligadamente sacó su cabeza de ahí.

Johnny tenía su cabeza apoyada en la mano, le dolía pero no tanto como en ocasiones anteriores.

Miró a su primo que parecía manzana por lo rojo que se encontraba. Le causo un poco de risa el ver como se golpeaba el rostro. Pero Johnny, a pesar de comprender poco a poco lo que sucedía, se burló de él. Sabía lo que Chittaphon estaba pensando pero él se conocía, sabía que no era tan idiota como para dormir con su primo, con alguien de su propia sangre. Así que ahora solo se reía de Ten por ser tan inocente e idiota.

- ¿Que me hiciste?- Pregunto Ten al recobrar su compostura, al entender que todo era verdadero, que ya no se encontraba en los brazos de Morfeo.

-Yo nada- Dijo Johnny, peinando el cabello con su mano ya que estaba demasiado alborotado, pensando en que debía tomar una ducha rápida.

-No puede ser ¿Por qué yo? ¿Por qué
nosotros?- Chittaphon se imaginaba lo peor y con toda razón, pero el ver a su primo tan tranquilo, empezó a convencerse de que quizás solo estaba un poco alterado, que todo tenía una explicación razonable y lógica.

-No me acuerdo. Quizás solo nos acostamos así por el calor- Johnny razonó. No era una idea tan descabellada, era verano y esto podía suceder -Y estamos en la misma cama porque bebimos demasiado y tal vez yo caí aquí por accidente y no pude levantarme- Prosiguió con su teoría.

-Quizás tengas razón- Quería creer en eso. Pero todo se desvaneció cuando Chittaphon se paró y algo corrió entre sus piernas. Los dos se miraron a punto de llorar, sorprendidos. Ninguna teoría era válida para explicar eso, solo había una razón y ellos ya la sabían.

- ¡Mierda!- Dos voces resonaron por toda la habitación.

Chittaphon se tiró al piso y Johnny apoyó su cara a la almohada pensando que así podría ahogarse y salir de esta pesadilla.

- ¡Chicos! ¡Chicos! ¿Por qué no bajan?- Miraron la puerta que hace rato no paraba de ser golpeada pero que ahora recién se daban cuenta.

La mamá de Ten, la tía de Johnny estaba tocando la puerta con insistencia porque no habían bajado cuando ella los llamó. Mientras que los dos primos no podían creer lo que habían hecho y lo peor de todo es que no se acordaban de nada.

-De seguro es tu culpa jirafa andante.

-Cállate complejo de niña- Pero ya nada era como antes. Antes eran solo insultos y ahora eran insultos acompañados por otro sentimiento pero ¿Cuál de todos? ¿Odio? ¿Miedo? ¿Ofuscación? No se sabía a ciencia cierta lo que demostraban sus ojos, pero de algo estaban seguros ¡Que nunca nadie podría saber aquello! ¡No! si no querían hacer estallar la tercera guerra mundial.

-Chittaphon, Johnny ¿Sucede algo?- Juraron que la puerta pronto se vendría abajo, su insistencia no tendría fin hasta que alguien le contestara.

-No mamá, solo tenemos que bañarnos.

- ¿Juntos?

- ¡No! Mamá como se te ocurre- Chittaphon fingió una risa tan falsa que hizo reír a Johnny -Tú estás loca.

***

Cuando por fin dejo de molestarlos, cada uno se bañó, primero Johnny y después Chittaphon, sin pronunciar palabra entre ellos porque no hallaban qué decir para no avergonzarse.

Al bajar, Johnny intentaba recuperar su sentido de cordura, el mismo que estaba perdiendo por culpa de este embrollo. Chittaphon intentaba caminar sin que vieran como le dolía el trasero, le rezaba a todos los dioses para que nadie lo notara pero Doyoung ya tenía los ojos puestos en él, algo pasaba, estaban extraños.

- ¿Ten estas bien?- Doyoung indagó antes de tomar los cubiertos con ambas manos para cortar un trozo de carne que se veía muy jugoso y apetecible.

-No. Ósea ¡Sí! Claro porque no estarlo, me siento perfecto ¿No me veo perfectamente?

- ¡Ya cálmate hijo!- Le acarició la espalda. -Tengo que hablar contigo o más bien anunciarte algo.

- ¿Si?- Su corazón palpitó tan fuerte como una estampida de elefantes.

- ¡Hijo te iras por el año completo a vivir a la casa de tus tíos!- Anuncio contenta pero el corazón de Chittaphon había dejado ya de palpitar. Y como si hubiera sido un desfibrilador, la noticia se procesó en su cerebro.

- ¿Qué?- Gritaron Johnny y Chittaphon, al mismo tiempo, golpeando la mesa. Se pararon de un salto, como si fueran unas pequeñas jirafa s.

- ¿Por qué?- Dijo Chittaphon con los ojos muy abiertos, extremadamente abiertos por la noticia.

-Nosotros tenemos que viajar y no queremos dejarte completamente solo en esta casa tan grande. Así que les pedimos ayuda a tus tíos y aceptaron encantados.

- ¿No estas feliz Ten?- Dijo Doyoung.

-Si, por supuesto- Se sentóde nuevo- Es que fue muy repentino- Mostró la mejor sonrisa falsa que tenía,pero ni eso pasó de ser percibido para el audaz Doyoung que miro como su primoy su hermano se dieron una mirada un tanto extraña.

Mi primo... el idiota futbolista (JohnTen)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora