PICTURES OF THE SOUL [kOOKGI]

Rollo número 1

— No, Jeongguk ¡Es imposible que nuestra gran estrella decida tomarse un Break! Entiendo que quieras buscar nuevas experiencias, pero tus trabajos son la venta principal de esta compañía. No podemos permitir que dejes de hacerlo. — Yugyeom habló calmado, a pesar de que su cara trasmitía totalmente lo contrario. — ¡No sabes cuántos artistas están esperando este lugar! No puedo permitir que dejes nuestra empresa en un vacío, solo por tus caprichos.

— No es mi culpa, Yugyeom, simplemente no tengo inspiración y por más que quiera darte fotos, las odias con tu ser. — Suspiró. — Siento que he perdido la chispa, pero tampoco me puedo permitir perder el empleo, de esto vivo...

— Sé que ha perdido la chispa Jeongguk, necesito que la recuperes de inmediatos, ¡Tienes un mes! Eres nuestra estrella principal, el gran estelar de las portadas ¡La misma Beyonce ha solicitado con urgencia una sesión de fotos contigo! — Exclamó con soberbia en sus palabras, sin morderse con su propio orgullo. — Vamos, campeón. — Le dio unos leves golpes en su espalda, empujándolo de la oficina de la manera más "Fraternal". — La compañía está en tus manos. — Dicho esto, cerró la puerta de su despacho en un sonido severo.

Nayeon, la secretaria de este le dedicó una mirada apenada y siguió limando sus uñas como si aquel gesto fuera todo que necesitara Jeongguk como para arreglar sus problemas. Y Jeongguk no la culpa, la chica no era muy social, por lo que su capacidad empática no estaba desarrollada muy extensamente, pero aun así agradecía la intención.

Le sonrió en modo de agradecimiento y se dirigió a pasos lentos hasta la salida del edificio en el cual trabajaba desde hace unos años.

¡Dios! Debería haber escuchado a Jimin cuando tuvo la oportunidad. Debió haber abierto una galería com sus fotos, en donde su propio interés artístico seria publicado y apreciado por los demás, en vez de su obligatorio concepto de fotografiar siempre las mismas aburridas fotografías para la revista en la cual se encontraba actualmente trabajando como un puto cerdo.

Caminó malhumorado, tomando la bicicleta en la que se encontraba viajando actualmente ya que su carro se había echado a perder, y como esa misma empresa de idiotas le había exigido que llegara temprano no tuvo otra opción más que optar por aquella bicicleta que su madre le había regalado como modo "Ofrenda" a su nueva vida independiente y adulta. Aunque Jeongguk prefería referirse a aquella vida como algo miserable y lamentable.

Anduvo hasta llegar a la avenida principal y se detuvo para comprar unas de las famosas donas de "Berries" que era una tienda antigua de golosinas. Podría estar estresado, enojado y sentirse totalmente miserable, pero unas buenas donas valían totalmente la pena para pasar todos aquellos sentimientos con un estómago lleno.

— ¡Bienvenido! — Gritaron los empleados del lugar con una sonrisa en sus rostros al verlo llegar, para luego seguir atendiendo a los demás con tranquilidad. Jeon se encogió de hombros y se dirigió a la sección de comidas y se detuvo frente a la máquina de donas.