Confesión.

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Qué pasaría hoy si nunca te hubieras marchado?  Obviamente seguirías a mí lado.
       Pero ¿eso sería bueno o malo? 
Qué tanto sería el cambio en mi vida, sí tú no hubieses cambiado?
        Es obvio que te necesité, pero lo oculté tan bien, que fingí no haberte conocido alguna vez.
       Fingí no recordarte, aunque en mis pensamientos estabas constante.
Te amaba, pero mi dolor se hizo tan grande que se convirtió en rencor.
     Mi orgullo es tan grande, que destruyó aquel amor, y se convirtió en resentimiento; odio
Todo sentimiento positivo, se transformó en negativo.
      Y al escribir de ti, me hace sentir culpable porque tu de mí te olvidaste, y yo aquí, volviendo a recordarte.
   Y hace darme cuenta, que por más odio, rencor y dolor que siento hacia a ti...
       Hay momentos donde el corazón le gana a la razón; como en esta ocasión, y decirte que te extraño se volvió confesión.

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