Los Descendientes Del Olimpo

CAPÍTULO 3

Me desperté despacio. Me dolía la cabeza, pero aún así hice un gran esfuerzo y abrí lentamente los ojos. Los primeros segundos solo vi mucha luz. Cuando mis ojos se habituaron a ella percibí que me encontraba tumbada en una camilla, en medio de una habitación similar a una enfermería. Me agarre a los bordes de la camilla y me incorpore ligeramente, y justo cuando conseguí reclinarme oí la puerta abrirse. Por ella entraron Cadie, Owen y sus amiguitos.
-Lexie, te has despertado!- exclamó Cadie feliz, acercándose
-Cadie... donde estoy- le pregunte con la voz ronca que tenia de recién despierta
-En la enfermería del instituto, seguramente comiste algo que no te sento bien y te desmayaste- me dijo con cariño.
-Lexie, sientes algo diferente a antes?- Me pregunto Owen con mucha curiosidad
-Solo me duele la cabeza y estoy algo cansada- le dije confusa por su presencia
-Qué has echo antes de desmayarte? -me pregunto con la mirada ansiosa de sus amigos sobre mi
-Bueno...yo he ido al baño un momento y luego he vuelto, por?-le pregunté, evitando comentar lo de ese extraño chico y mis ojos, solo faltaba que me tomarán por loca. Era una situación muy rara
-Nada...curiosidad- me dijo algo decepcionado y resignado - Bueno, nos vemos chicas- dijo sonriente y le dio un beso en la frente a su hermana- Descansa Lexie- dijo con una sonrisa y salio con toda su pandilla dejándome sola con Cadie

-Cadie, por que estaban aquí el y sus amigos?- le pregunte
-Bueno...pues...estaba preocupado - dijo. Parecía mentir pero deje de lado el tema. Tras unos minutos la enfermera entro y me dio de alta así que cogí mi mochila y salí con Cadie al exterior.
-Te vienen a recoger? - me pregunto cuando ya estábamos fuera.
-No, voy en bici - le dije. Entonces se oyó un gran trueno y empezó a lloviznar ligeramente. Maldeci el pueblo de montaña por su horrendo clima, y empeze a sacar el candado pero una vez desatada Cadie la agarro y la subió a un pickup mercedes negro. Después abrió la puerta del conductor y encendió el coche
-Vamos, vas a empapar mi coche con tu trasero mojado- me dijo tras notar mi mirada de curiosidad
-Gracias Cadie- le dije sonriente mientras subía al auto
-Llamame Cad- me dijo para luego arrancar. Me llevo hasta casa mientras me explicaba lo que habían echo en clases y los deberes.

Al llegar a casa, bajé, cogí mi bici y me despedí de ella con un beso en la mejilla.
Subí corriendo a mi cuarto y al entrar vi una bolsa negra sobre la cama, junto a ella había un papel. En el que había escrito:

Lex, te he comprado un vestido,bolso y unos tacones para esta noche tras ver que no había nada en tu armario,vístete y procura estar lista para las 8:00 ,te quiero.

Jace

Después mire el contenido de la bolsa. Un precioso vestido rojo de terciopelo con cuello alto estaba bien doblado en la bolsa. Mire la hora, las 4:30. Decidí leer un libro de los que había en el armario de caoba y me senté en el diván

Me desperté sobresaltada, tirando sin querer el libro que había estado leyendo. Me había quedado dormida. Mire la hora. 7:00 de la tarde. Empeze a empecé a prepararme, me fui a la ducha, me maquille , y finalmente me puse el precioso vestido de terciopelo rojo . Una vez preparada llene el bolso de mano rojo y me puse mis Vans negándome a vestir tan presumido. Entonces oí el coche de mi hermano aparcar delante de la casa .

Baje corriendo las escaleras de dos en dos y abrí la puerta del auto, entrando al coche
-Lex! que son esos zapatos que llevas puestos?! Ve a cambiarte ahora mismo!!- Dijo enfadado sin siquiera dejarme entrar
Cómo mínimo lo había intentado. Subí y me puse mis tacones rojos, y baje resignada.

El trayecto en coche fue un poco largo, ya que su casa se ubicaba en medio del frondoso bosque de el pueblo. Tras unos 30 minutos de coche llegamos a una gran casa, más parecida a una mansión.

Al llegar aparcamos y bajamos del coche. Estaba algo nervios cosa que mi hermano debió de notar ya que me cogio del brazo y tiro demi hasta la entrada. Llamo al timbre y se oyeron pasos que se dirigían a la puerta.

Una preciosa mujer con el cabello marrón y unos ojos verde claro que llevaba un vestido con una manga azul abrió la puerta y me sonrió.
-Jace!- le saludo con dos besos- Lexie, bienvenida a mi casa,me han hablado muy bien de ti, y no se equivocaron al decir lo hermosa que eras. Yo soy Jane, la mujer de Cristophe! -me dijo abrazandome. Me recordó a mi madre, con su voz dulze y esos abrazos que te aíslaban del mundo. Le devolví el abrazo y nos invitó a pasar.
Al interior, un hombre rubio en un traje parecido al de mi hermano lo saludo. Después me miró de pies a cabeza, y al contrario de lo que me esperaba, me abrazo cariñosamente.
-Lexie, es un placer conocerte al fin! Venid, comamos, debéis de tener hambre. Nos acompañó por un largo pasillo que terminaba en dos grandes puertas. Las abrió y dijo
-Lexie, te presento a mis tres hijos: Owen, Cadie y Theo- me dijo. Mire al interior y vi a Cadie con un precioso vestido escotado beige, a Owen con un traje negro y a otro chico, también en traje, que me resultaba muy familiar.
-Tu??!!-Exclamé sorprendida al reconocer quien era. Era el chico que me había tirado al suelo esa misma tarde . El me miró, igual de sorprendido que yo mientras los demás nos miraban desconcertados.
-Se conocen? - preguntó Owen sorprendido
-Yo...pues...bueno...-dije titubeante
-Ella chocó conmigo y cayó al suelo manchandome- Dijo cortante
-Es enserio!! Tu fuiste el despistado que caminaba sin saber donde iba!!- respondí furiosa
-Lo que usted diga señorita sabelotodo! -me respondió. Los demás nos miraban sorprendidos
-Ui, siento ofenderle señor refrunfruñon!!-respondí furiosa.
-Qué hace ella aquí?!-pregunto enfadado.
-Ella es nuestra invitada, la hermana de Jace- Respondió Cristophe. Cadie se acercó a mi y me dio un fuerte abrazo, y Owen dos besos en las mejillas. Eso consiguió calmar algo mi furia
-Bueno.. Ahora que las presentaciones están hechas, comamos, la comida se enfriara!-dijo Jane tras un incomodo silencio dirigiéndose a la mesa. Yo me senté entre mi hermano y Cadie quedando al frente de Theo y empezamos a comer. El ambiente era algo incomoda así que para mejorarlo Jane empezó a preguntarme cosas, a las cuales yo respondía tímida.

Poco a poco el ambiente se fue calmando y cuando terminamos de cenar, mi hermano se levantó y dijo
-Lexie, tengo algo que decirte, me tengo que ir de viaje por asuntos de trabajo durante unas semanas y para no dejarte sola hemos decidido que te quedarás aquí durante una temporada. Que te parece?!- Y como si ya fuera costumbre me atragante con el agua que bebía y acabe tosiendo como una loca con Cadie y Owen que reían y la curiosa mirada de los demás.
-Yo bueno... De acuerdo si tu piensas que es una buena idea te apoyo, gracias por acogerme -dije cuando me recupere.
-Puedo ir un momento al baño?-pregunte. Jane me indicó donde se encontraba y me dirigí hacia allí y me seque el vestido, y al terminar de arreglarme baje las escaleras. Empeze a caminar desubicada por la casa y llegue a una puerta, la abrí i de repente me vi sumergida en una oscuridad total. No sabia donde me encontraba pero lo que pisaba era tierra húmeda, ya que mis tacones se hundían en ella. Una vez que mis ojos se acostumbraron a la oscuridad me di cuenta de que estaba en un invernadero enorme. Estaba lleno de plantas y árboles de todos los tamaños y colotes posibles.

Camine buscando otra salida.
Entonces apercibi un ruido detrás mio y me gire, justo a tiempo de ver una sombra moverse.
-Hola,hay alguien??-pregunte. Empezaba a tener miedo. Oí el crujido de una rama detrás mio me gire. Estaba asustada. Entonces oí como alguien corría hacia mi, y no tuve otra idea que echar a correr en sentido contrario.
Corría y cada vez que avanzaba sentía otros pasos que se añadían. Perdí mis tacones cuando se encallaron en una raíz y tras otros segundos fuy yo quien tropezó con una y caí de bruces al suelo. Me arrincone a rastras al tronco del gran árbol y sentí que se hacercaban. Vi siete siluetas a mi al rededor. Hacían un círculo, acercándose cada vez más a mi. Yo lloraba asustada y gritaba.

Entonces sentí una enorme cantidad de adrenalina y oí una voz en mi cabeza

Defiende te.

Levante mi mano impulsivamente y de ella salio un rayo,que fue a parar en una de las siluetas, lanzando la hacia atrás. Grite asustada por lo que acababa de hacer. Un rayo había salido de mi mano.

Entonces las luz es se encendieron.
-Es ella!- dijo sorprendido un chico. Entonces me di cuenta de quienes eran. Owen, Cadie y su pandilla me miraban sorprendidos. Theo se encontraba titado al suelo aturdido a varios metros de nosotros. Sus ojos relucian de una manera poco natural, y entonces vi mi reflejo en la hebilla de su cinturon: mis ojos también brillaban, mucho, demasiado. Entonces sentí las fuerzas abandonar mi cuerpo y caí sobre la mullida tierra.