Después de levantarme y vestirme, tomé mis cosas y una sudadera, para tomar un pan tostado, saliendo con una mochila en mano, subiendo al Metro.
Hell-Stadt no era el lugar más pacifico, pero tampoco era el menos seguro para almas como todos nosotros.
Podías ver personas, o como un humano con vida los llamaria, "almas" ir de izquierda a derecha, hablando o haciendo actividades cotidianas, sin importar las diferencias que a todos nos caracterizaban.
Llegué a mi parada, para lo que tome mis cosas y baje, junto a un par de demonios.
Sali de la estación, caminando por Dämon Street. No había tanta gente como se acostumbraba por días de la semana, pero era fin de semana, que más podía esperar?
Al pasar por ahí, me encontré a la Sra Teufel, esposa de mi jefe, Bösewicht Teufel.
Era el demonio más poderoso de Hell-Stadt. Controlaba la mayoría de los cargamentos que entraban y salían, además de manejar el club donde yo trabajaba, "Hölle."
- Matt! Es bueno verte de nuevo por aquí. Mi esposo te espera por Hölle. Me dijo que te esperaba en su oficina. –Dijo con una sonrisa—
Le sonreí a la Sra. Teufel, agradeciéndole, para seguir avanzando hacía Hölle.
Podías saber que estaba abierto con solo escuchar como retumbaba la música por afuera del edificio.
Ya había una fila fuera, para lo que Sinn, nuestro guardaespaldas que estaba en la puerta, verificaba ID's y edad.
Le di un pequeño saludo, para lo que me dejó entrar.
Tan pronto entre por las puertas de mármol oscuro, sentí un escalofrío recorrerme por la espalda. Y eso es algo especial, si estas por esta ciudad.
La música Techno se escuchaba a todo volumen, mientras que todos los demonios y almas, bailaban y tomaban tragos.
Sonreí al ver el escena, para subir por las escaleras y llegar a la oficina de mi jefe.
Toque con un leve golpeteo la puerta de Caoba, para lo que una voz ronca y grave me dio permiso de pasar.
Me senté en una de las sillas frente al escritorio, viendo al demonio de cabello blanco, con traje, el cual soltó una leve risa.
- Es bueno verte Matt... Este club no fue lo mismo sin ti por un tiempo. Tanto así, que casi me ponen una demanda por no tener Martinis como los tuyos.-
Bösewicht siempre fue un tipo de negocios bastante grande. Si no trabajabas para el directamente, era una posibilidad que trabajabas para alguien que era su empleado.
Cuando me di cuenta que no era una buena idea estar en un club sirviendo Martinis, sin un hogar, preferí separarme del lugar un tiempo. Ahora tengo que volver... Es mi única opción para ganar algo de dinero.
- Y que te trae por aquí? Quieres renovar tu contrato de nuevo con el viejo demonio de Hölle? -
Me extendió un contrato, el cual aparecio por sus características flamas.
Era el mismo contrato que había firmado hace tiempo.
Tome una pluma. Era momento de que volviera.
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Estática
General Fiction[ Ante una serie de sueños relacionados hacia su vida pasada, Matthew debe encontrar respuestas hacia una promesa que hizo tiempo atrás, pasando por obstáculos que deberá resolver para destapar algo más grande. Algo que sólo genera estática al recor...