Uriah.
Lo peor de un coma, no es el hecho de que estés en uno o alguien cercano tuyo lo esté, sino el hecho de no saber si despertará, si podrá recuperarse, o si volverás a ver a esa persona riendo.
Reír ya no se encontraba dentro de mi rutina, era algo tan lejano para mí, casi como si no pudiera recordar cómo se sentía reír. Supongo que algunas personas no están hechas para reír, y supongo también que yo era una de ellas.
De hecho, yo no estaba destinado a ser feliz. No importa todo lo que te digan, que todos merecemos ser felices, que en el fondo todos somos iguales, o que merecemos el perdón a pesar de nuestros tropiezos, pero eso no es verdad. Todos buscan el castigo para aquellos que nos hicieron sufrir. Incluso Dios. ¿Por qué creen que Dios mando a Jesús? Él quería que creyéramos que todos podemos ser perdonados, pero no fuimos capaces de aceptar tal perdón, fuimos tan increíblemente estúpidos que matamos a aquel que nos entregaba el perdón de Dios, y, probablemente, Él lo tomó como cierta ofensa. He aquí el misterio de tantas desgracias. Tú puedes creer lo que quieras, lo cual es perfecto, pero no creo que Dios nos quiera tanto como para perdonárnoslo todo, no después de todo lo que hemos hecho. Desde un principio no fuimos capaces de ver todo lo que Él nos entregaba. Siempre creímos que lo que teníamos siempre estaría allí, porque Dios nos ama y todo lo perdona. Ese fue nuestro error.
***
De nuevo en una sala completamente blanca, pulcra, demasiado para mí, y extremadamente escalofriante. Oh y ese molesto reloj que no dejaba de emitir su típico tic tac, me ponía los pelos de puntas, más los doctores que te niegan el permiso de ver a quien probablemente no verías nunca más, al parecer eso no les interesaba en lo más mínimo.
Simplemente estaba perdiendo los estribos, yo y la paciencia nunca nos hemos llevado bien. De hecho, si tuviera que ejemplificar mi relación con la paciencia, yo sería el agua y ella el aceite, así de simple. No. Encajamos. Juntos.
Necesitaba verlo, hablarle, abrazarle, besarle. Lo necesitaba. Todo de él.
Es en momentos como estos que uno se da cuenta todas las cosas que podría haber compartido con una persona, las cosas que hizo mal, lo que podría haber dicho y lo que no debería haber dicho, es ahí cuando te das cuenta que no puedes vivir en un mundo sin aquella persona porque te encontrarías demasiado vacío y en un futuro viviendo una repetitiva rutina todos los días, semanas, años, hasta que todo caiga sobre ti y no puedas soportarlo más. Siempre lo que hayas hecho o no te carcomerá la cabeza una vez que esa persona se vaya.
Finalmente, luego de dos largas horas pude pasar. No es muy gratificante ver a la persona que más amas cada día deteriorándose más y más, pero al menos está vivo ¿no? No en la mejor situación, pero algo es algo. Aunque sé que él preferiría que lo dejáramos marchar antes de ver sufrir a los que más ama como en este momento. Siempre se preocupaba más por los demás que por sí mismo ¿Y por qué estoy hablando en pasado? Me regañé a mí mismo por eso. Él aun no está muerto, el sigue aquí, estará bien, va a despertar y vamos a continuar con nuestras vidas, vamos a ser felices, tomarnos de las manos, dar un paseo por aquí y por allá, contarnos chistes malos, y... y... él estará bien. Él estará bien. Él estará bien.