Jueves por la mañana, el sol del amanecer brillaba, iluminando las nubes de un naranja claro, parecidas a las de un atardecer, todas las mañanas se sentía cuando uno al salir de casa, una tenue y fresca brisa le golpeaba con delicadeza. Las olas golpeaban las rocas de la orilla. Las aves sobrevolaban el cielo, mientras las personas acudían a sus respectivos trabajos. Los niños eran llevados a su escuela por el camión escolar, una fila de autos ya hacía en la espera en el cruce de peaje del puente Golden Gate.
Una llamada algo inusual hizo que el oficial Ramírez se presentará en la costa del Pacífico en el área de San Francisco.
Un barco de carga había encallado en la orilla.
Al llegar a la zona se encontró con un par de ambulancias y algunas patrullas. — ¿Que ocurrió? Pregunto este bajándose de la patrulla.
— un barco. Respondió uno de sus colegas. Creemos que perdió el curso, y termino aquí.
— No creía eso posible de un carguero tan grande. Dijo Ramírez mirando hacia por encima del hombro de su colega.
— Yo tampoco. Respondió uno de los oficiales cercanos incluyéndose a la plática. — ¿Y qué hacen aquí? Pregunto Ramírez.
— nos dieron orden de esperar a los medios, no dejar que pasen, pero ellos ya deberían de haber llegado, y más con una noticia como esta.
— Ahora casi no se preocupan por cosas como esta. Dijo el oficial Menéndez. Si no es sobre una nueva operación de nalgas de alguna de las Kardashian, no es noticia. Dijo sarcástico mirando hacia el suelo, pateando un poco de gravilla.
Los oficiales estuvieron de acuerdo con el comentario de Menéndez, cuando Ramírez se dio a la tarea de bajar, quería saber que había ocurrido.
Paso por debajo de la cinta amarilla y descendió hasta la playa. El enorme barco ya hacía con más de la mitad del cuerpo fuera de la playa, estaba inclinado un poco hacia la izquierda, varios contenedores y barriles color azul ya hacían esparcidos por toda la arena un par de estos ya hacían abiertos, un par cuerpos de personas asiáticas sobre la arena.
— ¿Son la tripulación? Pregunto a uno de los forenses.
— no creo, no aparecen en la lista de tripulantes... Inmigrantes tal vez. dijo poniéndose de pie. — ¿Y la tripulación?
— ¡Tienes que ver esto! Dijo señalando a uno de los contenedores, al llegar vio un líquido oscuro goteando sobre la arena. Creemos que alguno de los tripulantes estará aquí. — ¡Jesús! Exclamó Ramírez cubriéndose nariz y boca con el antebrazo. Lo que recién había visto nunca creyó ver Jamás. Partes de varios cuerpos de personas ya hacían dispersos dentro del contenedor, sangre acumulada encharcada con varios cientos de moscas sobrevolándole. El olor que de este emanaba era insoportable hay intestinos por doquier. Ramírez bajo la mirada, ve manchones marrones en la arena, marcas de manos cubrían el contenedor tanto dentro como por fuera, todos en diferentes direcciones, algunas terminaban donde los cuerpos tendidos estaban, otras no seguían hasta perderse a la distancia.
Pasados los minutos el oficial Menéndez junto a Ramírez ya hacían en donde Ramírez había dejado su patrulla.
— ¡Qué coño habrá ocurrido con la tripulación! Dijo Menéndez limpiándose el sudor de su frente.
— tenemos que revisar toda la zona de la costa, por lo menos un par de kilómetros... Dijo Ramírez antes de ser interrumpido por el sonido de un camión, este se dio vuelta para ver. Se trataba de militares.
Un militar de casi dos metros de altura bajo del camión, mientras su equipo salía por la parte de atrás del mismo. El militar dio orden con señas para que estos comenzaran a descender por aquella pendiente. Ambos oficiales caminaron hasta ellos.
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San Francisco se escribe con Z
Science FictionNaces, creces y vas a la universidad en otra ciudad, por la carrera que te gusta y de la nada un día normal, todo se va al demonio, por un virus. Creces un poco más y conoces nuevas personas, y todos buscan la manera de sobrevivir de los muertos.