Lo que tuvo que ser

capítulo especial

Aclaraciones

"Letra cursiva" – puede ser muchas cosas como sarcasmo, recuerdos, etc.

‹‹Letra cursiva›› – pensamientos

Letra cursiva - conversaciones

:::::::: Cambio de escenario

() Ciertas aclaraciones

Dedicatoria: esta historia está dedicada para todas mis lectoras de mi historia "Una Semana"

Lo que tuvo que ser

.

Capítulo Especial

.

Distintos Universos

.

Un suspiro lleno la habitación, mientras Tsuna dejaba caer su cabeza hacia atrás totalmente frustrado al no ver a su lado a su esposa, una sonrisa tonta apareció en sus labios ante aquella palabra, una dicha empezó a rodearlo al ver la argolla en su mano izquierda, aun parecía un sueño haber logrado casarse con Haru. Su Haru.

– ¡Hahi! Tsuna-san ya despertó – abrió su mirada al escuchar su voz mientras la sonrisa de su rostro se agrandaba al verla parada en la puerta de su habitación con una bandeja en sus manos – Haru quería sorprender a Tsuna-san – le reprocho mientras colocaba aquello en la mesita que había antes de acercarse al castaño.

Y sin que la joven castaña se lo esperara, Tsuna se lanzó a besarla, robándole el aliento, que, aunque en un principio se encontró sorprendida por sus acciones se dejó llevar por lo agradable y cálido que se sentía.

El la acomodo en la cama aun sin romper el beso, la manera en que sus labios encajaban era perfecta, como si con aquello confirmara que estaban hechos el uno para el otro con cada beso que se daban, un sentimiento que nunca podrían sentir por otra persona.

Rompió el beso para seguir besando sus mejillas bajando a su cuello donde le proporcionaba pequeños mordiscos causando unos pequeños que de los labios de la castaña unos pequeños gemidos salieran.

Volvió a apoderarse de sus labios y besarla con pasión, empezó a acariciarle sus piernas subiendo un poco su camisón para tener acceso. Subía y bajaba haciendo un recorrido a través de su piel. Ya un poco más animado se atrevió llevo una de sus manos a uno de sus senos para apretarlos por encima de su camisón de seda, provocando que Haru soltara un fuerte gemido ante el toque.

Aquello le provoco una sonrisa al castaño y antes de que pudiera continuar con sus acciones el sonido de la puerta rompió aquel ambiente en el que se encontraban.

Tsuna suspiro mientras dejaba caer su cabeza en el cuello de la joven – y si fingimos que no hay nadie – propuso, Haru a pesar de la vergüenza que sentía ella también desea continuar por lo que asintió y tapo la boca de su esposo.

– Dame Tsuna si no abres la puerta atente a las consecuencias – el castaño se tensó al reconocer aquella voz por lo que no dudo en levantarse colocarse una bata, mirar que Haru estuviera presentable y abrir la puerta – tardaste – le regaño.

– Buenos días Reborn-san – la joven de mirada chocolate se acercó haciendo una pequeña reverencia - ¿Reborn-san desea desayunar con nosotros-desu~? – le pregunto con alegría mientras señalaba lo que había traído antes de que se distrajeran.