Eclipsis of Virgins
4
Youth
Estar con Harry era como caer y romper en mil pedazos. Como deslizarse sobre hielo quebrado, rompía todo dentro de Draco de una manera abrasadora. Siempre había sido así.
Pero algo había cambiado. Draco había pasado de ansiar su atención, de desear su compañía, a necesitar su tacto.
Se había vuelto absolutamente dependiente del escaso contacto que compartían y como si fuera veneno, se bebía de las noches que ambos pasaban juntos mirando las estrellas.
Y como si fueran planetas y rotaran, todo a su alrededor había cambiado. Pansy estaba enfurecida todo el tiempo, rayando a un ataque de histeria, y Draco sabía que no estaba acostumbrada a no ser correspondida (bueno, excepto por Draco, tal vez), casi podía sentir su frustración al no poder encontrar una manera de acercarse a Weasley, mientras que este andaba todo angustioso, casi llorando por los rincones, en espera que Garnger lo mire, pero ella parecía completamente embelesada con Blaise. Ellos dos habían mantenido una especie de relación de amigos extraños, Blaise seguía sin prestarle mucha atención, pero había veces en las que Draco lo encontraba hablando con ella. Aunque Blaise seguía mirándolo como si estuviera roto y fuese su culpa, y lo lamentara por ello.
Estaba demasiado herido y Draco demasiado enfadado.
Demasiado solo.
¿Sabes lo que hacía una serpiente cuando está sola? Se come a otras serpientes. (1)
Theo había estado encerrado en su mundo, como siempre. Habían hablado un par de veces esa semana, pero no era lo mismo, Draco extrañaba a Blaise, con quien compartía absolutamente todo. Extrañaba al Blaise que no se lo quedaba mirando como si fuese la cosa más hermosa del mundo, porque eso producía un retorcijón en su estómago. Extrañaba al Blaise que no intentaba tocarlo con desesperación. Al Blaise que no se ponía celoso cuando miraba a Potter más de la cuenta.
La amistad que tenían no iba a volver. No después de haber sobrepasado el límite con respecto a todo. Y Crabbe y Goyle definitivamente no eran una opción, ellos no podían ni siquiera diferenciar una naranja de una mandarina, ¿en serio pensaba Draco considerar tener una conversación civilizada con ellos? Pff, lo dudaba.
Y Potter…Potter estaba más guapo que nunca, si se lo preguntaban. Entre ellos se había instalado una especie de tregua silenciosa que les permitía ser ellos mismos durante las noches, sentados en la Torre de Astronomía, con los pies al aire. En las clases, a la luz del día, no hacían más que ignorarse, bueno, al menos Harry lo hacía, porque Draco sentía que no podía despegar sus ojos de él. Simplemente no podía. Resultaba inevitable.
También había empezado a notar cambios físicos en su cuerpo. Lo increíblemente caliente que estaba todo el tiempo, cuando la temperatura siempre solía ser fría. Y lo terriblemente cachondo que se ponía cada dos segundos. La tenía dura todo el tiempo, era realmente frustrante, porque por más que intentase e intentase enrollarse con otras personas, de cualquier sexo (ya, la verdad, le daba igual), siempre terminaba pensando en Potter. Y aunque si había sopesado que dentro de sus venas podría estar corriendo una poción de amor, bastante fuerte, después descartó la idea. Porque él no sentía amor, al menos, no todavía, no quería caminar de la mano con Potter, ni darle besos llenos de ternura. No. Por supuesto que no. Él quería sexo. Pero no cualquier tipo de sexo. Quería sexo con Potter.
Si antes había estado obsesionado con el hecho de perder la virginidad, ahora estaba desesperado con ser jodido por Potter, continuamente. Era como si Harry, esa noche que lo comenzó todo, se hubiese llevado una parte de él, que jamás sería recuperada.
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Eclipsis of Virgins
Teen FictionResumen: Draco está enojado con el mundo, con su padre, con su linaje, con Potter y con todo. Y una noche, pierde su virginidad, sin saber que esa decisión tan repentina, lo arrastrará a un círculo maldito, que no tiene fin. AUTOR: Vulnera Sanentum...