Una chica de 18 años comienza a trabajar en la empresa en la cual trabajo su padre por muchos años. Allí conoce a quien cambiaría el resto de su vida y quién sería su primer amor
Hacía 2 días no iba al trabajo. Me reportaba como enferma. Y si, estaba enferma del corazón. Estaba lleno de tristeza y mis ojos de lágrimas contantes. Jake seguía llamando e incluso viniendo a la casa para ver si era yo quien le abría la puerta. Uno de mis pasatiempos favoritos era leer. Pasaba largas horas en el sofá leyendo para distraerme.
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Aliha había llamado. Dijo que me llevaría un lugar para distraerme un poco. Le dije varias veces que no tenía ganas de salir, pero insistió tanto que me rendí. Cómo a eso de las 4 llegó a mi casa con ropa de gimnasio.
- Iremos al club- dijo ella.
- ¿ Al que?- dije exaltada. No yo para allá no voy. No tengo ganas
- No seas floja niña. Eso te servirá de distracción.
- Yo no tengo como pagar el club nena. Mejor déjame aquí- dije.
- No te preocupes.
Los papás de Aliha tenían dinero y la consentían en todo lo posible. Aún así eran personas muy humildes. Subí a mí habitación y me puse unos leggins negros y una vieja camiseta de la NASA. Recogí mi cabello y fuí por mi bolso y mi celular. Aliha estaba en el baño así que baje a la cocina por algunas botellas de agua. En eso Aliha bajó y nos subimos a su coche cosa que odiaba por qué está mujer se creía corredora de F1. Al cabo de uno minutos llegamos al club. El chico de valet parking estacionó el auto y Aliha y yo ingresamos. Ella me pasó cómo invitada.
Nos fuimos al área de gimnasio. Ella me enseñaría una pequeña rutina para ejercitarme y distraerme. La verdad es que nada hacía que pudiera quitarme a Jake de mi mente. Me dieron ganas de ir al baño así que pregunte dónde quedaba y me dirigí a el. Cuando iba a lavarme las manos para salir escuché una voz muy familiar. Salí y era Magaly, la mamá de Jake y esa rubia que casi besaba a Jake. Me llené de coraje pues los recuerdos de lo sucedido llegaron a mi mente.
Magaly se dió cuenta de que yo estaba junto a la puerta del baño y se dirigió con la rubia estúpida hacia mi.
-Espero que te haya quedado claro que no eres para mí hijo- dijo ella.
- ¿Usted decide con quién su hijo va estar? Porque bastante grande que es. Ya no tiene bebé señora.
- Patricia es la chica indicada para el- dijo ella señalando a la rubia flaca. Ella es elegante y distinguida. No una simple secretaria.
- Mi madre se equivocó al decir que era usted una mujer elegante y humilde - le dije a ella, mirandolas a ambas con una mirada penetrante y maligna.
Me di la vuelta para irme hasta donde estaba mi amiga. En ese instante escuché como la tal Patricia decía.
-¡ Qué corriente la niñita está! Es una falta de educación dejar a alguien con la palabra en la boca.
Me hice de oídos sordos y llegué hasta las trotadora. Le pedí a Aliha que nos fuéramos y le expliqué lo sucedido. Nos fuimos a cambiar para ir por un yogurt.
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Pedimos nuestros yogurt y nos sentamos en una mesa que daba vista a la alberca del club. Comenzamos a platicar de la universidad pues ambas estudiábamos en la misma universidad. También de trabajo y de la fiesta sopresa que le estaba organizando a sus mamá por su cumpleaños. En uno de los temas salió el tema de Jake.
- ¿Amiga, porque no le das la oportunidad de explicarte?
- Me dolió mucho ver esa escena. Sí tal vez me hubiera dicho que esa chica lo pretendía...
- Amiga, ¿lo amas?.
- Sí, sí lo amo, pero...
Y si déjame terminar Aliha me dijo:
- Entonces dale una oportunidad.
Sus palabras se quedaron en mi mente y durante todo el camino a casa estuve pensando en eso. Llamaría a Jake para quedar de vernos.
