El alcance de tu poder

1.5K 142 25
                                    

Me costaba respirar, una fuerte presión aplastaba mi pecho, mi resistencia estaba llegando al limite, habian pasado cerca de 20 horas desde que Nigredo me perseguía, el terrible dolor de los cortes que me había hecho con sus tijeras se extendía por todo mi cuerpo, su oxidado metal se habría paso por mi carne con mucha facilidad.

Había cambiado ya múltiples veces a la forma de los guardianes, con la forma de Aura me permitia esquivarla con mayor facilidad pero cuando recibía un ataque era debastador, mientras que con la forma de Cocytus el daño era mucho menor pero a costa de mi velocidad, lo cual ocasionaba una enorme cantidad de ataques recibidos que pronto mermaba mi defensa, dentro de poco mi MP también alcanzaria el limite y ese sería el fin.

-DEVUELVEME A MI BEBÉ!!!

-Tsk! Se acabó...no.. resistiré un golpe más!

-Aureola Omega.

-Si, Ainz-sama.

En ese momento todo comenzó a moverse en cámara lenta, las tijeras de Nigredo aproximandose a mi, yo cayendo al suelo, un portal abriendose justo debajo de mi y en un parpadeo todo cambió.

-El salón del trono?.., ya veo... Gracias Ainz-sama...

-Te encargo los cuidados médicos Aureola, una vez se encuentre estable dile a Pestonya que le prepare algo de comer.

Finalmente al abrir los ojos me di cuenta que me encontraba en una habitación de la Nazarick falsa escondida en el bosque, estaba  completamente recuperado, mis heridas habían sanado totalmente y todos los cortes habían desaparecido, mis MP estaban casi al máximo y pude conseguir un momento de paz, celebrando con un delicioso platillo que me había dejado una de las homunculos de Ainz, era un plato de los que podrías encontrar solamente en restaurantes 5 estrellas, era toda una deliciosa sin embargo no podía evitar sentir la comida pesada de tan solo pensar que había pasado solo un día y faltaban 6 más.

-¿Disfrutas la comida?

-Ainz-sa-

-No te preocupes, en estos momentos no hay nadie más en este edificio, podemos obviar las formalidades, llamame solo Ainz.

-Je... Te lo agradezco mucho, Ainz

No cabe la menor duda, es un jugador novato, al principio de su enfrentamiento parecía indeciso sobre en cuál guardián debía transformarse, sus tiempos de reacción eran lentos y se limitaba a usar magia de recuperación y defensa, poco a poco iba mejorando, parecía que comenzaba a entender cuando esquivar y cuando defenderse pero..

-Satoru, necesito que me respondas algo, ¿Porque nunca atacaste a Nigredo?

-Bueno, eso es porque quieres a todos los NPC en Nazarick ¿O no?

Me encontraba tan abstraído en mis propios pensamientos, tratando de recapitular todo lo que había sucedido en tan poco tiempo que no me percaté que Ainz se encontraba sorprendido por mi respuesta.

-Si, tienes razón. Satoru no necesitas volver con Nigredo, creo que todo lo que tenía que probarse esta hecho.

-Espera por favor Ainz, necesito volver a ese lugar.

-Eh?

-No me malentiendas, te agradezco que porfin confíes en que no soy un enemigo, pero mientras pasaba tiempo de calidad con mi compañera de cuarto, me pude percatar de mis propias habilidades.

Cuando llegué al Nuevo Mundo prácticamente me paralizó el miedo, estaba huyendo de demonios de menor rango aunque al final los derroté, después me enfrenté a las hordas de enemigos y gasté tontamente mi MP en pocos ataques y 3 transformaciones, no podía seguir así, aunque sean pocos los enemigos que podían enfrentar a un jugador de nivel 100 necesitaba aprender a luchar. Mi manejo de mana era aún imperfecto pero podía conjurar hechizos cada vez mas rápido al igual que cambiar entre mis transformaciones.

Atrapado en Overlord!! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora