Capítulo 4.

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Aquella mañana me levanté antes de lo normal, miré el reloj y vi que solo eran las nueve y media de la mañana. Decidí ir a desayunar y bajé a la cocina. Pensé que estaría desierta teniendo en cuenta la hora que era, pero para mi sorpresa, mis padres y mis hermanos ya estaban allí esperándome para desayunar.

-Buenos días.- dije sentándome a la mesa al lado de Dani.

-Buenos días.- me respondieron todos.

Hoy era domingo, así que tocaba desayunar chocolate con churros; el desayuno que más me gustaba de toda la semana.

Después de desayunar me conecté al Skype y estube hablando un rato con Benjamín, él estaba muy emocionado porque se iba a ir todo el mes de Julio con Alberto a Rumanía, a casa de una tía de Alberto que les había invitado a pasar allí el mes entero. Yo por mi parte estaba nerviosa porque esta noche tenía que ir al aeropuerto de Madrid para enbarcar mañana en mi vuelo hacia Londres, que salía a las seis de la mañana.

Cuando terminé de hablar con Benja me vestí y fui con mis padres a misa. Cuando volví de la iglesia estube tocando el violín y luego un poco el piano hasta que llegó la hora de comer. Después de comer subí a mi dormitorio y al igual que Dani me aseguré de que no me faltaba nada en la maleta. Después del chequeo completo de nuestro equipaje dejamos todas las maletas en la entrada de la casa y nos fuimos al salón a ver la tele. Ya eran las cuatro y media de la tarde, en cuanto dieran las siete teníamos que salir de casa; David, Javier y mis padres nos llevaría hasta el aeropuerto de Madrid, y luego allí Dani y yo haríamos hora hasta que cogiéramos nuestro vuelo.

En cuanto dieron las siete menos veinte, todos subimos a nuestros dormitorios y nos empezamos a vestir. Yo me puse una sudadera rosa que ponía Universidad de Roma, unos vaqueros ajustados y unas converse rosas; después me peine y bajé las escaleras en dirección a la puerta principal, donde. Me encontré con que las maletas ya estaban en el coche, así que todos nos montamos y mi padre empezó a conducir en dirección al aeropuerto de Madrid.

Después de tres largas horas de cohe, por fin habíamos llegado. Eran las diez y veinte de la noche, y como nuestro vuelo no salía hasta las seis tendríamos que dormir allí.

Nuestros padres y nuestros hermanos nos acompañaron hasta la entrada, y después de despedirnos y de prometer que les llamaríamos todos los días, Dani puso su mano en mi hombro, cogimos nuestras maletas y empezamos a adentrarnos en el aeropuerto.

Después de que envalaran nuestras maletas y todas esas cosas raras que hacen en los aeropuertos con el equipaje de los pasajeros, Dani y yo nos sentamos en unos bancos que había por allí y nos pusimos a ver como pasaba la gente. Ya eran las doce de la noche, así que solo había que esperar seis horas.

-¿Quieres cenar algo?- preguntó sacándome de mis pensamientos.

-Vale.- dije levantándome del banco.- ¿Qué propones?

-¿Un Mc Donald?- preguntó el mientras se ponía de pie.

-Ok.- me limité a contestar, y ambos comenzamos a caminar hacia la planta donde estaban los restaurantes y los puesto de comida rápida. La ventaja de haber envalado ya nuestras maletas, era que no teníamos que acarrear más con ellas hasta que pisáramos Londres, puesto que ha estas horas seguramente ya las estarían preparando para cargarlas en el avión.

Cuando terminamos de cenar ya eran las una de la mañana, habíamos vuelto a sentarnos donde antes, pero esta vez cada uno estaba tumbado en un banco en frente del otro. Con el ruido del aeropuerto no podía dormir ni Dios, era increíble la cantidad de gente que pasaba delante de nosotros cada dos por tres. A veces turistas y otras veces gente que venía de un viaje de negocios. Además despegaban aviones cada dos por tres, y el estruendo era bastante molesto.

La Chica del Concurso {One Direction (Louis Tomlinson y Tú)}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora