La Chica del Concurso {One Direction (Louis Tomlinson y Tú)}

Capítulo 16.

-______, despierta.- oí que me susurraban en el oído mientras me zarandeaban el brazo.

-No mamá, cinco minutos más.- dije suplicante sin fijarme si quiera en el el que me hablaba tenía voz masculina.

-Niña, que no soy tu madre. Mueve tu culo gordo que tenemos mucho que hacer.- dijo el individuo mientras me desarropaba.

-Vale vale, ya voy.- dije un poco molesta y justo cuando abrí mis ojos y aquellos preciosos ojos azules que siempre me hacían enamorarme un poco más de su dueño recordé que teníamos que llevar a cabo nuestro plan.

-Buenos días.- me ssurró Louis que estaba agachado de cuclillas frente a mi cama. En cuanto lo miré me dedicó una preciosa sonrisa.

-Buenos días Lou, y culo gordo serás tu, no yo.- dije sentándome en la cama y él solo me sonrió de nuevo.

-Bueno, visteté rápido que los chicos y yo te esperamos para desayunar en nuestra cocina en diez minutos. No tardes.- dijo sonriente y después salió de mi dormitorio cerrando la puerta tras él.

Yo inmediatamente salté de la cama y con cuidado de no despertar a Amanda para que el plan no se fuera a la mierda me di una ducha rápida, después me puse unos vaqueros, unas converse negras y una sudadera blanca con finas rayas negras. Después me peiné, cogí mi móvil y las llaves del dormitorio; y acto seguido salí de la habitación en dirección al salón de los chicos.

En cuanto llegué y entré al salón me encontré a Harry y Niall sentados en el sofá desayunando mientras veían la tele.

-Buenos días ruloso,- dije revolviéndole el pelo a Harry.- buenos días Nialler.- saludé a Niall mientras le quitaba una galleta que estaba a punto de echarse a la boca.

-¡Eh, que eso es mío!- se quejó el rubio.

-Te corrigo,- dije comiéndome la galleta.- era tuyo. Ahora es de mi estómago.- dije frotándome la barriga.- ¿Dónde están los demás?- pregunté.

-Louis, Zayn y Liam en la cocina, y Damian e Ismael venían de camino.- dijo Harry y justo en ese momento se abrió la puerta del saló dando paso a mis dos somnolientos amigos.

-Hablando del rey de roma...- comenté con una sonrisita. Ismael y Damian solo sa sentaron en el sofá que estaba libre y empezaron a quitarle galletas a Niall.- Creo que me voya desayunar, luego vuelvo.- y dicho esto me adentré en la cocina donde me encontré a Zayn tomándose una tila con manos temblorosas y a Louis y a Liam desayunando tranquilamente en la mesa.

-Hola.- saludó Liam al verme entrar.

-Buenos días.- saludé animada y fui a sentarme con ellos en la mesa.- ¿Qué tal va todo?

-Todo marcha según lo planeado.- dijo Liam.- Ahora mismo son las siete menos cuarto de la mañana así que vamos muy bien de hora.

-Genial.- dije sonriente y encuanto terminamos de desayunar Liam y Louis se dirigieron al salón y yo aproveché para hablar con Zayn a solas.

-¿Qué te pasa?- le pregunté cuando los otros dos ya hubieron desaparecido por la puerta.

-Nada, no me pasa nada.- contestó con una sonrisa fingida y tono de nerviosismo en la voz.

-Zayn...- dije custionándolo mientras enarcaba una ceja.

-Esta bien, es que... Estoy muy nervioso.- admitió.- Amanda me gusta mucho pero... ¿y si me dice que no quiere ser mi novia? ¿Y si ella no siente lo mismo por mi? ¿Y si no soy suficiente para ella?- dijo tristemente.

-Zayn Jabbad Malik, - dije en tono de reproche.- ella babea por ti desde el día en que te conoció, así que es evidente que no se negará a ser tu novia. Seguramente en cuanto se lo propongas se te lanzará encima.- a ambos se nos escapó una risita.- Y respecto a tu última pregunta... Se que no nos conocemos desde hace mucho, pero en este mes y medio que hemos pasado todos juntos he podido conoceros bastante más  de lo que nunca llegué a imaginar y eres mucho más de lo que aparentas. Hay gente que se mete contigo porque dice que debajo de tu fachada de niño bonito todo es oscuridad, pero yo he llegado a conocerte de verdad y eres mucho más de lo que la gente cree. Eres guapo, inteligente, divertido, cariñoso, buena persona... Todo lo que una chica podría soñar. Así no pienses ni por un solo instante que no eres suficiente para ella porque no es verdad.