Invasión.

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Muchas gracias por leer este triste intento de historia.

Como siempre nada me pertenece yo solo ocupo los personajes sin fines de lucro.

Capítulo I. Invasión. 

Arendelle una ciudad metropolitana, los edificios se alzaban por los cielos, siendo una ciudad custodiada por montañas no había mucho espacio para crecer más qué haciendo los edificios cada vez más altos mediante el tiempo pasaba.

Las personas estaban acostumbradas a vivir en tranquilidad, sin embargo, fueron testigos como durante los últimos meses en el resto del mundo la calamidad y el caos se sembraba.

Gracias a la alta conexión al internet, noticias que en ciertas partes parecerían casos aislados, se veían cada vez más comunes. Miles de teorías abundaban en la web, sin embargo ninguna fue acertada cuando todo comenzó.

El universo tan grande e inexplicable, sumado al propio egocentrismo del ser humano, hicieron que este no estuviera preparado.

Hacia poco más de veinte años terrestres, que una nave se estrelló en las faldas de una montaña de Arendelle. Aquel día, un leñador salió de su hogar listo para hacer su trabajo como cada día, mientras se dirigía al aserradero, por la ventana de su vehículo, pudo apreciar como un par de árboles estaban partidos a la mitad, no eran los suficientes como para llamar la atención, pero un sentimiento le hizo descender de su camioneta, tomando su hacha comenzó a caminar entre los árboles, veía los restos de madera esparcidos por la tierra, estaba por retirarse cuando un sonido le hizo detenerse en seco, era un llanto, pero era tan tenue que apenas y podía escucharse, el nunca había tenido la fortuna de ser padre, pero no dudaba que aquel llanto fuera de un niño, tomando el mango de su hacha con mayor fuerza corrió entre los árboles, en un claro los vio, un ser de pareciendo ser un hombre con un extraño traje tenía entre sus manos a un bebé, el pequeño lloraba pero la mano del hombre parecía cortarle la respiración haciendo que el llanto apenas y se pudiera escuchar, a sus pies una mujer le imploraba parar, pero el hombre parecía no tener ninguna intención de hacerlo. El leñador veía la escena horrorizado, solo pudo correr a la dirección de aquel hombre con su hacha sobre su cabeza, nunca en su vida había pensado en asesinar a alguien, pero en ese momento no lo pensó antes de enterrar su hacha en la cabeza de aquel ser, lo escucho gritar de dolor y soltar a la pequeña, el leñador logró sostenerla antes de que pudiera caer al suelo, y vio como el ser caer al suelo sin vida, vio a la pequeña entre sus brazos, su llorar era cada vez más fuerte.

"Gr...ra...cías..."

El leñador vio a sus pies a la mujer, y se dio cuenta de un gran charco rojo debajo de ella. La mujer sabía que ya no le quedaba tiempo, solo podía hacer un acto de fe, una última esperanza.

"P...or fa...voo...or cu...u..ide a mi hi...i..ja" (por favor cuide a mi hija)

El leñador trato de acercarse a la mujer para ayudarla, pero antes de que pudiera siquiera acercarse, la mujer se desvaneció en el aire como si de polvo se tratase. El leñador vio como al igual que la mujer el cuerpo del hombre se desvanecía en el aire, sin dejar ningún rastro. Lo único que le decía que no era un sueño era el llorar de aquella pequeña que permanecía en sus brazos, el hombre la vio con cuidado, su rostro rojo por el llanto y cubierto de lágrimas, su pequeña cabeza apenas cubierta de cabello, y toco su mejilla, la pequeña dejo de llorar al sentir su gentil tacto a pesar de lo espeso de sus manos. El leñador regreso a su hogar, su esposa extrañada salió a recibirlo, viendo cómo entre sus brazos cargaba algo envuelto en su camisa, al acercarse a él y ver a la pequeña que dormía en sus brazos, exigió una explicación, el leñador le dijo todo lo que había sucedido, por un momento pensó que su esposo había sufrido una alucinación, pero al ver sus ojos supo que este no podía mentir. Y aquel día, una pequeña familia se formaría. Sin saber lo que había sucedido a miles de años luz de aquel bosque.

En un bosque lejos de toda civilización humana, una valkiria veía el cielo, hacía siglos que a las tierras del Valhalla llegó un ser de otro mundo, el dio una advertencia, un conquistador llegaría a la tierra, Odin padre de todo, vio un futuro el que toda vida se vería arrastrada, y que solo habría de haber una oportunidad de ganar aquella batalla, hacía siglos que el junto a sus hijos habían de abandonar la tierra para seguir su destino en el Valhalla, ninguno de ellos podría regresar a aquel lugar que alguna vez llamo hogar, sin embargo, había una manera, las valkirias podían seguir caminado entre los hombres, y se tomo una decisión, la última hija de Odin habría de proteger a la tierra, de aquel conquistador que llegaría envuelto de fuego y caería del cielo buscando destruir todo a su paso. La valkiria veía como en el cielo se iluminaba con una lluvia de estrellas, pero en aquella noche, ella sabía no era como cualquier otra, veía a su hija dormir, durante siglos la había entrenado para ese día.

Y cuando la tierra se sacudió, cuando las personas gritaban y huían por sus vidas, solo cuando ante sus ojos se alzaron esos seres, dos mujeres, dos hijas, unidas por el destino sin que ellas siquiera lo supieran, habrían de hacer frente al Apocalipsis.

Aunque el precio que habrían de pagar era sumamente caro.

Está es la historia de Anna y de Elsa.

La última hija.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora