La última hija.

Ilusion,

Muchas gracias por el apoyo, de verdad agradezco que lean este triste intento de historia.

No soy dueño de los personajes, solo los ocupo sin fines de lucro.

Capítulo IV. Ilusión

Decir que estaba sorprendida seria decir poco, ciertamente apenas vio a aquella estudiante de derecho que había decidido acreditar materias avanzadas en una de las mas estrictas universidades del país, supo que no era del todo normal, viendo como la mayoría de sus compañeros parecían a punto de un colapso y ella tenía una sonrisa en su rostro. Sin embargo no lograba creerlo del todo, inclusive teniéndolo frente suyo.

La mujer de cabello cobre, esperaba cualquier reacción para poder hablar, pero en cambio veía como los ojos de Maléfica la veían de arriba a abajo, pero sin perder aquel temple que la caracterizaba. Por un momento se permitió pensar que aquello era producto del shock, sin embargo estando preparada para un mar posibilidades que le surcaron la mente, nunca espero aquella respuesta de Maléfica.

- ¿Dices que mataste a alguien? - dijo la azabache después de aclarase la garganta.

Permaneciendo un momento en shock, Anna puso sus pies sobre el suelo, clavando su mirada en Maléfica.

Sin embargo su mirada cayo en cuanto recordó lo que había sucedido y sus ojos ardieron deseando llorar nuevamente, sin embargo no sabia el por que de ello, pues en el momento no lo pensó con entera claridad, en su cabeza se repetía el hecho de haber arrebatado una vida.

Los ojos de Maléfica analizaron el semblante de la mujer frente suyo, como en aquellas bellas facciones que portaba la joven frente suyo, se marcaba la pena, e incluso sin que está digiera nada, se daba una idea de lo que le sucedía, pues el como sus ojos parecían muertos, como aquella alma que había conocido, aquella que en un primer momento de la pareció llena de vida, una alma que fuera capaz de contrarrestar con la propia, había perecido, quedando un cascaron vacío, como aquel que veía todas la mañanas frente al espejo. Y quiso poder hacer algo, cualquier cosa que pudiera ayudar...

Sin embargo no pudo hacer nada...

Ella no podía salvarla...

Pues al igual que la joven que tenía frente suyo... ella anhelaba ser salvada.

Un toque en la puerta las hizo salir a ambas de aquel trance que sus mentes las habían transportado.

- Diaval, no es un buen momento. - Aunque dentro suyo agradeció la interrupción del hombre.

- Lo se... pero es una emergencia y estoy seguro quiere ver esto.

Las palabras dichas, sumado a la forma en que fueron pronunciadas, fueron suficientes para que ambas mujeres siguieran al hombre.

Este camino hacia una puerta de madera, por un momento vio a Maléfica queriendo saber si seguía por aquel camino que resguardaba aquel secreto tan bien resguardado. La pálida mujer hizo un movimiento de cabeza indicando que siguiera, pues la pelicobre había confiado en ella y aunque no solía hacerlo, quería confiar en ella.

El camino pobremente iluminado no fue ningún impedimento para ninguna de las tres.

Las paredes recubiertas con gruesas placas de acero y concreto hicieron que la visión de Anna no pudiera hacer mucho para ayudarla a ver el interior. Por lo cual apenas dio un paso dentro su respiración quedo atrapada en sus pulmones.

Miles de instrumentos adornaban cada rincón de aquel lugar, todos y cada uno figuraban a aquellas películas que le gustaban ver a su padre, y aquel recuerdo amenazaba con sumergirla en la penumbra, de no haber sido por una imagen proyectada en una de las pantallas que había en la lugar.