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La joven Cavendish saludaba amablemente a los padres de su novia,era una visita sorpresa de su parte.

-bien, señora Atsuko un gusto volverla a ver.

-igualmente Diana, por cierto Akko debe estar en su habitación ,adelante.

Esa era la frase que esperaba desde que pisó tierras japonesas, no había visto a su novia desde ya 1 mese y sentia que ya no podia vivir sin ella.

Re-dramatica la Cavendish.

[•••]

Golpeó suavemente su puerta esperando la grata vista de su japonesa.

-¿quien es?.-pregunto la japonesa antes de abrir la puerta.

-soy yo Akko.

Las dos jovenes se vieron,una con intensas ganas de abrazarla y la otra solo sonreia esperando el toque de la japonesa.

-¿a quien vienes a buscar?.- preguntó dando media vuelta en su posición.

-¿eh?, akko, es tu habitación, ¿a quien piensas que vine a buscar? ¿al vecino?

-ya es tarde.- hablo de manera exagerada mientras posaba una de sus manos en su frente y se alejaba un poco más de la británica.

-no realmente.-revisó ya por quinta vez del dia su reloj de muñeca,verificando la hora.- son las diez y cuarenta y ocho de la mañana.

-por que ahora soy yo la que quiere estar sin ti.- se acerco a su cama preparando en su brazo varios peluches.-¡Por eso vete,olvida mi nombre, mi cara, mi casa y pega la vuelta!.-exclamó viendo la cara de confusión de su novia.

-no te entiendo akko...

-¡vete!, ¡olvida mi todo, mi manos, mis labios, que no te desean!.- con cada una de sus palabras le lanzaba un peluche o una almohada de su cama, que dieron directo a la cara de su acompañante.

-ugh, no te vuelvo a enseñar canciones latinoamericanas.

Diakko >Momentos ramdon <Donde viven las historias. Descúbrelo ahora