La Huída del Faraón

Capítulo 3

Yami se quedó recargado en la puerta unos segundos sollozando, sin poder contener más sus lágrimas se tumbó boca abajo en la cama llorando.

Unas horas después la puerta se abrió y su madre entro sentándose en la cama junto a su hijo mientras le acariciaba el pelo -me preocupe mucho por tí cuando vi que no estabas -dijo ella suavemente -y tu padre también -agregó, el chico soltó un gruñido en respuesta, su madre le contó lo que había pasado cuando se percataron de que él se había escapado; -tu padre y yo entramos para despertarte y nos dimos cuenta de que no estabas, tu padre vio la cuerda y supuso que nos habías escuchado hablar de la boda -dijo mirando a Yami -sí los escuché -admitió él -bueno -prosiguió su madre -alertamos a los guardias y a los sirvientes para que nos ayudarán a buscarte y a Simón se le ocurrió que podrías haberte ido cabalgando, así que revisaron los establos y efectivamente faltaba tú caballo, así que tu padre salió a buscarte, cuando regreso me dijo que te había encontrado y que estabas bien también me dijo que quería hablar contigo a solas... -la mujer se quedó en silencio mirando a su hijo -Pero si hubiera sabido lo que te había hecho o te iba a hacer no los hubiera dejado... -Yami miró a su madre -me lo merezco -lo interrumpió él con brusquedad -hice algo malo y debo asumir las consecuencias -ella sonrió ligeramente -eres igual a tu padre -dijo -bueno, iré a hablar con él y lo haré entrar en razón -finalizó besando lo en la frente y salió de la habitación.

Yami se levantó y se acercó a la ventana, las lágrimas seguían cayendo por sus mejillas mientras contemplaba el horizonte -vaya cumpleaños -pensó con tristeza para sí, se recargo en el alféizar, pasados unos minutos volvió a acostarse en la cama llorando, -¿Qué más le haría su padre? ¿Lo desterraría? ¿Lo en cerraría en el calabozo? ¿Lo lastimaría más? -esas preguntas le daban vueltas en la cabeza hasta que finalmente se quedó dormido.