Capítulo 5

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Pasaron tres días... Cinco días... Siete días... A la mañana del octavo día el chico acababa de despertarse de una pesadilla cuando su madre entró con una gran sonrisa, se acercó a su hijo y le dijo -ya puedes salir -él muy emocionado se vistió a toda prisa y salió a dar un paseo a caballo.

La cena fue más silenciosa de lo normal, pues sus padres apenas se dirigían la palabra, Yami mantenía la vista fija en su plato para evitar la mirada de su padre, su madre en cambio no dejaba de mirarlo de reojo, la tensión en la sala era palpable, el chico termino de comer lo más rápido posible para poder salir de allí, mientras caminaba por el pasillo podía escuchar las voces de sus padres a sus espaldas, alcanzando a oír frases como -no necesitabas ser tan duro con él -decía la voz de su madre -ya no es un niño tiene que asumir ciertas responsabilidades -respondía su padre con severidad -tú eras igual o incluso peor -protestó ella, Yami echo a correr hasta su habitación y cerró la puerta, apagando así la discusión de sus padres.

La tensión en la familia se mantuvo bastante elevada por algunos días, sus padres no se dirigieron la palabra en todo ése tiempo.

La Huída del FaraónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora