cereal ➳ m.c

uno → cap'n crunch

Michael observaba atentamente la lista del supermercado que le había dado su madre antes de salir, como de costumbre iba marcando los productos ya comprados para evitar equivocarse, por lo que cuando terminó decidió darse un gustito por la molestia y fue en busca de uno de sus cereales favoritos.

Se dirigió hasta el pasillo número dos, donde se encontraban todas las variedades de galletas y golosinas, entre ellos los cereales que acostumbraba a comer. Esta vez le apetecía probar algo de cap'n cruch, así que al notar la única caja que quedaba allí la cogió rápidamente para que nadie más pudiera tomarla, pero para su mala suerte, al querer arrojarla al carro de supermercado un peso, o mejor dicho una mano, se lo impidió.

Su mirada se encontró con la de una chica, claramente enojada por no soltar la caja de cereal. Cualquier chico con modales lo hubiera hecho para dársela a la chica, pero Michael no. Eran sus favoritos y no iba a dejar que una chica de cabello púrpura se la quitara así de fácil.

-¡Hey! yo los vi primero -dijo ella a la defensiva, ejerciendo fuerza hacia su lado para obtener el cereal.

-¡No! fui yo -contestó Michael atrayendo la caja hacia su cuerpo, sin intenciones de soltarla.

-¡Fui yo! ¡dámela! -pataleó la chica fulminándolo con la mirada.

-Hagamos un trato, tú te llevas la caja de trix y yo la de cap'n crunch -propuso, tratando de negociar con la chica de algún modo.

-¡Un rotundo no! -respondió llamando la atención de un niño que pasaba por allí con su madre. 

Michael sujetó una de las tantas cajas de trix que estaba sobre el mostrador para luego lanzarsela a la chica, quien la atrapó con su mano libre para evitar que cayera en su rostro. Aún así, con dos cajas de cereales, continuó luchando por sus cap'n crunch. 

-¡Una rata! ¡una rata! -gritó haciendo que el chico soltara vertiginosamente la caja para centrar su atención en la rata que había en el suelo. 

Cuando se percató de que la supuesta rata no existía, reaparecieron las ganas de querer continuar su pelea por el cereal pero la chica ya se encontraba a una distancia considerable, por lo que era imposible quitársela.

-¡Trix es sólo para niños! -vociferó tirando la caja de trix qué, al no querer moverse, aterrizó en el ojo de Michael.

Lo único que consiguió fue quedarse en medio de un pasillo vacío a medida que observaba como la chica corría hacia la registradora con el cereal en sus manos, mientras una caja de trix estaba esparcida por la cerámica y un ligero ardor en su ojo por el golpe.

-

¡espero que les guste!