Día 4

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Semanas pasaban y cada vez las habitaciones le parecían más abrigadoras; los jardines lucían el paso de las estaciones; se sentía bienvenido por cada miembro de la familia Tachibana.

Además, cada tanto tiempo recibía una nueva misiva del hijo mayor, bien fuese para entrenar en secreto, para comer un refrigerio o simples poemas cortos. Él también contestaba a ellos y se daba cuenta cada vez que el castaño los recibía... Los agradecía con la mirada.

Mas nadie sabía que, de forma celosa y muy meticulosa, Sousuke guardaba cada una de las notas escritas por Makoto. Las guardaba en una modesta caja de madera lacada con el emblema del clan Yamazaki grabado en la tapa que dejaba entre sus materiales de caligrafía.

¿Quién pensaría que el siempre serio e inflexible Yamazaki Sousuke terminaría enamorado del hábil y bondadoso Tachibana Makoto?

Las mejillas se le encendían solo de pensar en la posibilidad de que alguien pudiese abrir la caja y leer su contenido. Pero más grande era el temor de eliminar aquellas muestras de afecto.

Día 4: Secreto vergonzoso.

Un día más, un día menos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora