Sólo con él

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Llevaba días sin dormir... no entendía que le pasaba. Ni entendía que estaba pasando. Llevo una mano a sus labios, ¡cómo había pasado!
Ellos, siempre que se veían discutían. No importaba en donde, siempre terminaban peleando. 
Desde la primera vez que se vieron cuando ella ingreso a esa escuela. 

Ella había estado caminando,  bastante desorientada. Hasta que choco con él por accidente.

-Fíjate por dónde vas.

-Fuiste tu quien me golpeó_. Rebatio ofendida.

-Tu te atravesaste en mi camino.

-¡Tu altura de jirafa debería ayudarte a ver por donde vas!-.

-Nunca miró hacia abajo-. Ella apretó sus puños, era su primer día, un idiota aparecía frente a ella. Y no podía golpearlo o se metería en problemas. Que situación tan frustrante. Ella bufo e intento pasar a su lado, no tenía tiempo que perder con aquel idiota.  Pero al intentar hacerlo él volvió a cruzarse en su camino tapándole el paso.

-Hazte aun lado-. Ordeno molesta

-Sí te disculpas primero-.

-Por qué abría de hacerlo.

-Por qué eres una molestia-. Ese chico era mas que frustrante.

-Hazte aun lado-. Volvió a exigirle.

-Sí no qué-. Ella intento pasarlo varias veces hasta que lo tomó del brazo y ella misma lo apartó.  Esperaba no volver a encontrarse con ese idiota.

Su primer encuentro no habia sido bueno. Tampoco los siguientes. Mucho menos cuando se entero que era uno de los sujetos más populares de la escuela.  El grupo de los pecados capitales.  Y para mejorar la situación, estaba en la misma clase que su novia.

Era su novia quien había iniciado la mayoría de las peleas. Siempre la provocaba cuando estaba cerca de él. Y quien le crería a ella, si la pequeña, dulce y frágil Elaine. No lastimaría a una mosca. Esa chica era muy falsa.

Y fue precisamente por ella que terminaron castigados. 

Después de que aquel sujeto rompió su teléfono. Robó su reloj, saqueo su casillero. La insultó , y después de soportar a su noviesita. Finalmente desquitó su furia y frustración a mitad del comedor. Después de que  le lanzó su pudin y ella fue a reclamarle y el se metió, ella le estrelló su puño en la cara. Ya estaba cansada de él, De Ban (Con quien se topó por accidente y estaba frustrando su vida) y de su pequeño insecto, Elaine.
El golpe lo lanzó atrás, tiro a Elaine y los lleno de comida, dulce venganza. Pero eso no se quedo así, pues el le lanzó un poco de puré. Y ella se lo regresó. Eso conllevó a ambos a un castigo. 

 Había sido durante el castigo que hablaron por primera vez. Habían estado durante horas limpiando la cafetería, ellos dos, solos. Tratando de ignorarse  el uno al otro la primera hora. 

-Golpeas bien-. Ella lo miró incrédula. Tras la primera frase de él.

-Deja tus burlas y apresurate. Eh perdido el transporte ya. Y no estoy de humor para escucharte. 

-Yo no me burló de las personas.

-Sólo de mi-.

-Fuiste tu la que empezó con esto

-¿Yo? A casó soy yo la que te ha hecho la vida imposible desde que llegaste. A casó soy yo la que hizo que todos hablarán a tus espaldas.

-Fuiste tu la que apareció en mi camino-.

-Pues perdón, su real majestad. Por haberme atrevido a chocar con usted-. Hablo con sarcasmo mientras llevaba las bandejas al lava platos.

-Con una reverencia me basta-. Jericho lo ignoró. Sabía que si le hacía casó las cosas se pondrían feas.

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