Capítulo IX: Un pequeño héroe

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Sabía que Sophie estaba enferma y que yo no podía hacer mucho.
Pero cuando perdió la consciencia me asusté demasiado, no quería perderla, prefería morir yo en lugar de ella.

Corrí lo más rápido posible y revisé si había algún lugar de la casa por donde pudiera escaparme para pedir ayuda, lamentablemente estaba todo cerrado.
Entré en pánico y comencé a gimotear y ladrar, esperaba que eso hiciera que alguien se acercara, pero al parecer los vecinos no estaban cerca.

Entré en pánico y comencé a gimotear y ladrar, esperaba que eso hiciera que alguien se acercara, pero al parecer los vecinos no estaban cerca

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Me acerqué al cuarto nuevamente y traté de lamer a Sophie, esperaba que eso la despertara ,pero no funcionó.
Observé el teléfono y traté de hacer lo que hacen los humanos,"llamar" con mi boca tomé el teléfono y con mi pata marqué al último número al que marcó Sophie.
Finalmente alguien contestó, era la voz de Rita.
Ladré y gimotee lo más fuerte y preocupado que pude, la mujer se extrañó ante la llamada, yo solo esperaba atraerla hasta la casa.

Minutos después apareció Rita golpeando la puerta, volví a gimotear y aullar.

—¡Sophie! —gritaba Rita, pero solo contestaba Bruno—.

La mujer comenzó a asustarse e intentó ingeniárselas para entrar, llamó a su esposo y de alguna forma se las arregló para entrar, de todas formas había llamado a la policía.

Se acercó al cuarto de Sophie y se horrorizó al verla.

Sophie estaba muy pálida y no reaccionaba, parecía estar muerta.

Yo sólo sollozaba al no poder hacer nada.

Después de ser encontrada fue llevada al hospital.
Rita me intentó calmar y me acarició mucho.

—Buen chico, sin tí Sophie no se hubiera salvado.

Yo continuaba sintiendome inútil, las horas pasaban y no sabíamos nada.

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