Gritos Sin Voz/ De Almas Condenadas / Saga Silenciados

~Otra vez aquí~

Capítulo 1

15 Enero 2019
18:46

~Wels~

Otra vez aquí.

El mismo árbol, el mismo cielo despejado; ambos acompañados de aquella irritable sensación de este lugar llamando como así alejándose.

Algo grande falta. Y no tengo ni la remota idea de ¿Qué es?, solo el vago recuerdo de un escalofrío recorrer mi cuello al ver ese estúpido cartel.

Nadie quiere comprar cigarrillos.

Vuelvo a mi caminata mientras pateo piedras sueltas y latas de refrescos tirados en medio de la acera, con las respuestas atascadas en la punta de mi lengua. Es estresante y tonto seguir indagando en lugares ya buscados.

La ansiedad vuelve a amenazar con colapsar mi sistema y la desesperación por saber se asemeja, pero como tan rápido comenzó todo, se termina con una bocina y la inaudible voz gritando.

-¡Date prisa!, vamos a llegar tarde- Montado desde ese viejo auto rojo de colección Andrew me mira con impaciencia, como si quisiera cortarme en miles de pedacitos.

Le echó el ojo por última vez a aquel gigante roble, depositando una pequeña esperanza que logre satisfacer todas mis preguntas. Camino hacia él con la incertidumbre familiar que me deja el no saber.

Ignoro los repetidos llamados de mi mejor amigo y me concentro en el objeto tirando debajo del árbol. Curioso tome entre mis manos el deteriorado y pequeño libro, observando con atención su vieja portada.

El cuervo... De Edgar Allan Poe.

-¡Joder Andrew!, ya voy- Grite harto de escucharlo, guarde el libro en el bolsillo de mi chaqueta y vuelvo al auto a paso apresurado. -¿Alguna vez te dijeron que eres muy irritante?-.

-A veces lo escucho en los pasillos- se dibuja aquella encantadora sonrisa, la misma que utiliza con todas sus conquistas. -Y aun así necesitas de mi, cariño-.

-Cállate y conduce... No estoy de humor para chistes. - Gruño mientras veo el reflejo de luz a través de la ventana, moviéndose cada vez más rápido.

-No entiendo porque insististe en venir aquí-.

Yo tampoco lo sé.

No tiene caso responder a la misma pregunta de cada año, esa que vengo arrastrando desde hace tiempo. Como si en el rompecabezas de mi vida faltaran piezas claves que revelan la imagen del tablero; pero tengo el presentimiento de que encontré ,quizás un pedazo de una de las miles de partes perdidas de este juego y está tan solo en mi bolsillo.

Lo irónico en todo esto es el hecho de detestar la literatura.

¿Será un mensaje del universo?, o solo una simple coincidencia.

Mi vista se vuelve un juego de luces y sombras por la carretera, se enfoca en una bicicleta que cada vez nos vamos acercando hasta cruzar a su lado y seguir adelante. ¿Quién estaría tan loco para andar con este clima y más cuando está oscureciendo?.

El sonido de un móvil llama mi atención, abro el maletero y en la pantalla marca una llamada entrante.

Holly.

-¿Quién es Holly?- Miro a Andrew algo confundido y en un rápido movimiento me quita el aparato.

-No es nadie- su semblante carismático se convierte en una tensa mirada a la carretera que conduce al centro de la ciudad. Tira el móvil en los asientos de atrás una vez que ignora la llamada pero este vuelve a sonar y el tono de su llamada no es sonido muy confortante; hace que mi paciencia se limite más de lo que ya está.