Gritos Sin Voz/ De Almas Condenadas / Saga Silenciados

~Entre la multitud~

Capítulo 3

31 Enero 2019
16:33

~Wels~

- ¡Wels!- doy un giro completo cuando escucho mi nombre a lo lejos. - ¡Por aquí! - logre encontrar a Andrew entre toda la multitud de gente.

Esas personas que vienen y van satisfaciendo su hambre de arrogancia y necesidad de presumir aquello que tienen pero carece.

Como dijo Gregorio Marañon, "La multitud ha sido en todas las épocas de la historia arrastrada por gestos más que por ideas. La muchedumbre no razona jamás".

Una vez que ingresas a ella , te pierdes como aguja en un pajar y al final terminas siendo parte de un gigante alfiletero con miles de agujas incrustadas a una única ideología absurda.

- Sabes que no me gusta venir aquí- Es lo primero que digo, evitando todo tipo de saludo innecesario.

- Vamos, deja de ser tan amargado. Ya es hora de que disfrutes un poco de la sociedad - Se posa enfrente mio extendiendo los brazos hacia los costados mientras da un giro para que vea todo lo que me rodea.

- Tiendas, personas , tiendas , personas comprando en tiendas, tiendas comprando personas. Siempre lo mismo, no hay mucho que esperar de un centro comercial. - Solo recibo un gesto de su parte y comienza a caminar al patio de comidas.

- Anda, muero de hambre - lo sigo porque de otra no me queda, llegamos a una mesa bastante cercana a la salida de ese calvario. - Yo iré a buscar los cafés y tú pagarás, Suena genial esa idea, ¿no? - sonríe con su clásica expresión de coqueteo mientras mira a dos mujeres sentadas a metros nuestro.

- No seas idiota, y ven aquí - lo llamo cuando ya se disponía a ir. - No tengo dinero - levanta una ceja como si le estuviera haciendo una broma pero me mantengo serio, como siempre. - Se me fue todo en el taxi - me encojo de hombros, automáticamente se siente enfrente mío.

- ¿Y qué sucedió con tu auto?, ¿Qué no llegaba en unos días? - Comienza con su interrogatorio y suspiro mientras me tiro hacia atrás en la silla.

- Lo vendí - su mirada de desaprobación es notoria - La renta no se paga sola - Me excuso, aún que esa no fuera la verdadera razón del porque necesite el dinero.

- Yo te lo podía dar- Y ahí vamos.

El Andrew que conozco, un típico niño mal criado con dinero para gastar por millones. Ese es mi mejor amigo, pero la manera en la que su familia se volvió rica es extraña y si bien me contó cuál era la carta especial que tenían bajo la manga, sigo pensando que algo escondían. Porque así es la sociedad, ahora ningún negocio puede surgir de la humildad y honestidad, siempre buscan la facilidad y para eso deben recurrir al engaño.

- Sabes bien lo que pienso de tu sucio dinero- Me levanto y camino hasta su silla, tome la billetera que estaba en su chaqueta - iré comprar, ¿Qué tomarás? -. Su rostro se volvió serio y su mirada perdida, se muy bien que está pensando lo que dije, también que lo habrá hecho sentir mal, pero no siento ninguna pizca de remordimientos a mis palabras. -Tierra llamando a Andrew - muevo mis manos frente a su rostro y vuelve a al mundo real, sonríe.

- Lo mismo de siempre- se encoge de hombros, busca su cartera pero se la muestro. Claro ni cuenta de lo que hice, ¿Quién podría perderse así en sus pensamientos?.

Camino mirando el techo con mis manos en los bolsillos del pantalón. Mi brazo choca con el hombro de alguien, por instintos giro media vuelta y un aire frío recorre la zona del impacto, hago una mueca, cuando no hay nadie más que personas sentadas comiendo, hablando o caminando a lo lejos.