Días se fueron y noches llegaron. JongDae se esfuerza lo que puede por complacer a Baekhyun su vampiro alfa. Nunca pensó un vampiro fuera tan humano (o quería seguir siendo lo) como le demostraba Baekhyun. Trataba de hacer la mayoría de quehaceres cotidianos como cualquier mortal. Era atento, se preocupaba por alimentarlo sin matar a sangre fría, por hacer cosas comunes de parejas humanas tales como: ver televisión, películas, acurrucados en el sofá, jugar videojuegos, comer (beber sangre) juntos. Hasta había permitido que JongDae saliera con él a las calles después de cuatro meses de entrenamiento y control de instintos, fueron al cine, a pasear por las tardes, tomar café en alguna cafetería, platicar juzgando humanos por el olor y color de su aura. La vida con Baekhyun no era aburrida, ni la típica de un vampiro, los días pasaban como si fueran una pareja en luna de miel permanente. Baekhyun aparte de cumplir con las leyes establecidas para un vampiro en sociedad, como tener un trabajo, no matar humanos a diestra y siniestra, camuflarse como un humano normal, también parecía disfrutar aparentar su humanidad lo mejor posible. JongDae aprendía cada vez más a ser y vivir como vampiro, que al contrario de las historias comunes, era casi igual a ser un humano normal, con la diferencia de tener que beber sangre para vivir, controlar instintos y hacerse de quehaceres para pasar la vida.Su intimidad con Baekhyun estaba mejorando, aun le costaba el no pensar en MinSeok, pero se esforzaba. Baekhyun lo ayudaba hablando cosas inapropiadas y haciéndolo reír entre jadeos. Era una gran ayuda para JongDae el tener sexo con Baekhyun, porque lo saciaba y así bebía poca sangre, lo prefería a tener un incontrolable deseo de degollar gente. Habían tenido sexo en cada rincón del departamento y en algunos lugares públicos. Baekhyun era muy diferente a MinSeok, al vampiro le gustaba ser rudo y salvaje, azotar a JongDae contra cualquier mobiliario y pared cercana cuando el instinto lo invadía, siempre se compraba mobiliario nuevo, al menos dos veces al mes. Le gustaba morder (vaya la redundancia), marcar la piel con los colmillos, que si no fuera por el hecho de que ahora JongDae gozaba de regeneración inmediata, sería una constelación de hematomas, chupetones y cicatrices de colmillos enterrados en la piel, sobretodo su cuello (Baekhyun tenía debilidad por su largo cuello ancho y su prominente manzana de Adán), sería un rompecabezas ya que la fuerza de su vampiro alfa era sobrehumana y con mayor ingesta de sangre, mayor fuerza bruta, le había dislocado huesos y fracturado varias veces los brazos, hasta había hecho crujir su columna cada que lo mantenía de caderas arriba y pecho abajo. JongDae comenzó a pensar que una vida al lado de Baekhyun no era tan mala, tal vez algo masoquista con un toque sádico los pintaba, pero no importaba ese hecho a esas alturas, ya que estaba convirtiéndose en algo que no había pedido. El hecho de estar conociendo la vida con otro punto de vista no le fue desagradable, vida era vida, y el la valoraría.
Pero como si el destino le jugara pesado, le recordó que todo tiene un fin, y su calma con Baekhyun se vio quebrantada una tarde dorada de abril, en las afueras de una plaza en la ciudad donde había vivido, a dos horas del actual domicilio de Baekhyun.
Un olor magnífico y familiar inundo a JongDae.
Era una sensación olfativa agradable, de añoranza y tranquilidad. El olor era de café preparado por la mañana, una fría y lluviosa mañana. Enfoco su vista hacia el causante del olor...
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PÚRPURA
VampireJongDae solicita una muerte digna, a manos de un vampiro... Pero algo sale mal. Se da cuenta que sigue con vida y para empeorar su mundo, en un triángulo amoroso. Cuando corazones compatibles se encuentran y se unen, nace un amor tan infinito como e...